Hacía años que me había quitado ese gusanillo de las regatas, unos seis, pero parece que me ha vuelto a picar…
Los pasados 28, 29 y 30 de agosto se celebró en aguas de A Coruña IX Trofeo SAR Infanta Elena dentro del cual se englobaban además el campeonato mundial de la clase ORC 670 y el campeonato gallego de la clase J80, en el cual tomé parte como patrón del “Cadenote”. Era la primera vez que me subía en un J80, monotipo que me resultó francamente divertido. Una clase en la que hay buen nivel, con 15 unidades inscritas para esta ocasión.
Con una tripulación improvisada y cambiante, de los cuatro tripulantes sólo tres realizamos las nueve pruebas, el cuarto tripulante cambió el segundo día, siendo sólo tres la última jornada, pero aún así creo que hicimos un digno papel, con un cuarto y un quinto como mejores resultados, pero reconozco mi falta de interés por la clasificación final, que debió estar en torno a un décimo, creo.
En la primera jornada se hicieron tres regatas, con un viento medio de unos 25 nudos.
En la primera de las regatas se notó nuestra falta de acoplamiento con el barco y coordinación entre la tripulación, amén de mis telarañas como patrón de regatas, pero aún así hicimos un octavo.
En la segunda prueba, tras una buena salida viramos el offset de barlovento en cuarta posición y en mitad de la popa reventó el gennaker, sin embargo sólo perdimos un puesto y terminamos en una meritoria quinta posición.
Debido a la rotura de la vela no salimos en la tercera prueba.
En la segunda jornada se realizaron cuatro pruebas, con un viento medio de entre 17 y 20 nudos. Tuvimos cambio de un tripulante, lo que implicaba volver a coordinar las funciones de la tripulación, y eso se notó en la primera de las pruebas del día. Bastantes malas maniobras nos relegaron a la última posición al inicio de la última popa, que afortunadamente conseguimos salvar en ese último tramo, rebasando a cuatro contrincantes.
En la segunda regata tuvimos tres salidas falsas, con llamada general. Desafortunadamente salíamos bastante bien situados, pero por la ley de Murphy, en la salida buena no salimos tan favorecidos, y en estas regatas entre barcos iguales es difícil remontar tras una mala salida, quedando al final en la posición diez u once, creo recordar.
La tercera prueba sólo nos fue un poco mejor, pero quedamos con buen sabor de boca tras la cuarta y última regata del día, entrando en cuarta posición. No aspirábamos a mejor posición dado el nivel de las tres primeras tripulaciones.
El tercer día tuvimos una baja de última hora y realizamos las dos regatas de la jornada con sólo tres tripulantes, aunque afortunadamente el viento estuvo mucho más flojo, hasta el punto de tener que esperar más de una hora hasta que saltase y se entablase el viento. Aún así, con poco viento se notó más la falta de entrenamiento y puesta a punto del barco. Claramente navegamos mejor con viento fuerte, como quedó patente con los dos pobres resultados de la jornada que debieron ser en torno a un doce y un once, no sé.
No obstante, lo que sí sé es que mi resistencia a volver al mundo de las regatas se ha visto menguada notablemente después de probar esta divertida y prometedora clase como es el J80. Altamente recomendable.
Es muy probable que repita durante este próximo invierno.
1 comentario:
Los viejos rockeros nunca mueren... Un abrazo desde la Mancha, chicos.
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