domingo, 13 de junio de 2010

Abby Sunderland rescatada en el Índico Sur.

Abigail Sunderlan, otra de las niñas en busca de notoriedad, 5 meses más joven que la australiana Jessica Watson, intentando dar la vuelta al mundo a vela en solitario, ha sido rescatada en el Índico Sur tras haber desarbolado en un temporal. El pasado jueves se recibió la señal de su radiobaliza y después de dos días sin noticias suyas, un avión del servicio de salvamento marítimo australiano localizó su Open 40 “Wild Eyes” al garete con el mástil roto. Un pesquero de altura francés acudió en su ayuda y la californiana ya se encuentra a bordo sana y salva. Ha tenido suerte la joven Abby, dado que durante el invierno austral no es la mejor época para navegar por esos océanos, habida cuenta que hasta los experimentados navegantes de la Vendée Globe o de la VOR se aventuran por esas latitudes durante el verano austral. Pero a ver quien le dice a una adolescente hoy día que no puede llevar a cabo sus estúpidos sueños de ser la más joven en circunnavegar el mundo en solitario a vela y que las olas y el viento de los 40 rugientes no son de color rosa. Es cierto que le podía haber ocurrido a cualquiera, pero creo que eligió tan mala época como ruta y al primer temporal de 60 nudos (usual en esas latitudes) ha capotado. Así que a joderse. Hay que recordar que unas veces la mar deja pasar y otras no.
Supongo que la hazaña le costará un pastón a sus padres y gracias que sólo eso.
En fin, el resultado de esta absurda “carrera” de moda últimamente es: Jovencitas navegantes intrépidas 1, Océanos del mundo 1… ¿Quién ganará?
En esta ocasión ella no lo consiguió.

11 comentarios:

Quatrerin dijo...

Tu lo has descrito perfectamente, la estupida carrera del record está provocando que no se escojan las rutas con logica, sino por necesidad de llegar antes del cumpleaños.
Siempre lo he justificado (lo de Jessica) comparandolo con las motos, si tienes un hijo que corre en motos todo el mundo lo ve correcto y es tambien una barbaridad, porque tambien se puede matar, pero creo que, como siempre, nos estamos pasando ...

Nautijorge dijo...

También llevas razón, Quatrerín.
Pero desde mi punto de vista lo malo no es tanto el hecho como la motivación.

Juan Miguel dijo...

Yo tengo otra pregunta. ¿por qué son siemre este tipo de récords, el más joven en dar la vuelta al mundo en solitario, en subir al Everest o la primera mujer en llegar a la Polo Norte en solitario? ¿Por que nadie intenta en ser la más joven en aprobar la selectivdad con matrícula de honor e ingresar el Oxford o ser el primer tenor de 13 años en debutar en la Scala de Milán como protagonista de Otela?
Pienso que si se dejaran de registrar los récords, tanto de este tipo como los olimpicos de cualquier tipo de deporte, nos ahorraríamos muchos problemas y positicvos de dopping.

Nautijorge dijo...

Buena pregunta Juan Miguel.
Pienso que haberlos hailos... pero seguramente no se plantean ser los más jóvenes en... sino simplemente hacerlo, y cualquiera de las opciones que propones es, a buen seguro, menos popular.
Desde mi humilde punto de vista es más sano y recomendable aprovechar la infancia y la adolescencia para jugar, aprender y relacionarse. Sin prisa pero sin pausa se puede conseguir cualquier cosa, ya sea intelectual, artística y/o deportiva. Lo cortés no quita lo valiente.

Isabel Martínez Rossy dijo...

Como todo lo que sea competición y récord me parece una verdadera estupidez (tengo que ser "el más" a costa siempre de que otros sean "menos")pues eso... que no lo entiendo ni me interesa
Un beso

Nautijorge dijo...

Te entiendo perfectamente Isabel.
No obstante creo que la competitividad está más o menos arraigada en el espíritu humano desde tiempos ancestrales y aunque sin llegar a estos extremos, ni a los de la competencia en la vida cotidiana, cierto gusanillo de la competición puede resultar hasta sano e incluso divertido. La aventura también tiene su puntillo, pero sin tomárselo demasiado en serio.
Desde mi parecer lo importante, en todo, es la actitud.
Bicos tamén para tí ;-)

Fernando dijo...

Son competitivo, e decir gustame competir e tanto me ten ser o 1º que o antepenuntimo, pero recalco gustame competir, e decir esforzome. E sigo pensando que esto son anormalidades e que para as anormalidades (non records) debería haber un espacio aparte. Os records fanse baixo outros parametros. Que me perdóe que se ofenda, pero a estas edades unha rapaza ou rapaz de 16 anos debería estar formandose e non malformando a súa traxectoria, por moito exito que se acade. Sempre existeu o deporte escolar non?. O outro pareceme unha "explotación" (non sei si me paso).

Nautijorge dijo...

Certamente Fernando ¿A quén lle amarga un doce? Se compites é para ser o primeiro, e se non se consigue, pois non pasa nada, se disfruta tamén. Esforzarse para mellorar e a outra.
Tamén é certo, ás veces aos páis atráelles máis o éxito que aos propios fillos.

Juan Miguel dijo...

La competición, o el juego, es una cosa. Jugar o competir para ganar está bien y es divertido la mayoría de las veces. El problema es establecer marcas, hitos, récords: ser el más rapido en llegar lo más lejos, lo más alto. La competición desaforada por esto y que quede registrado medido en metros y segundos es lo antideportivo, lo que pervierte la competición y el juego. Si yo hecho una carrera aquí y ahora, quiero ganar aquí y ahora, me da igual que hubiera un señor que hiciera este recorrido en 36 minutos menos que yo y ganara a otros 26.000 que no compiten en esta carrera aquí y ahora. Olvidar esto hace llegar a los extremos del doping, y lo que es peor, cada vez a edades más tempranas.
Por cierto, y dentro de este argumento de críos que se lanzan a ser los más jóvenes en hacer algo, China va a denegar los permisos para ascender al Everest por sus rutas a lo menores de 18 y a los mayores de 60. Medida que quiere extender a otras cumbres del Himalaya. Pues me parece muy bien, como la medida de los organizadores de la regata Howards(creo que es esa) que no dejan competir a los menorews de edad por el riesgo que supone.

Lore Pastrana dijo...

Lo que le ha ocurrido a Abby nada tiene que ver con su edad. El mar del sur decide a quién deja pasar y a quién no, y no pide el carnet de identidad ni mira edad ni bandera. Da igual la edad que se tenga: si desarbolas y te quedas con el barco comprometido en esa zona estás jodido y te toca activar la EPIRB y cruzar los dedos como hizo Abby. Lo cierto es que tuvo mucha suerte, viendo el remotísimo lugar donde desarboló (lugar exacto en BlooSee): http://bit.ly/cRL5KV

Nautijorge dijo...

Lo que tiene mucho que ver en situaciones así, Lore, es la experiencia, y esta chavalilla no la tiene, por lo que llevaba más papeletas de las habituales para que le ocurriese algo así y no pudiese salir de ahí por sus propios medios. De todas formas es cierto, le puede pasar a cualquiera y para Abby seguro que ha sido una gran experiencia. La próxima vez, si la hay, ya tendrá algo más a su favor.
P.D. No confundas a la mar con la guardia civil ;-)