BENGALAS DE VERANO

Hoy he tenido un buen día de navegación, de Porto Petro (Mallorca) a Ibiza. Velocidades altas entre 7 y 12 nudos, con 15 a 25 nudos de viento que fue rolando del NE al E, bajo mayor y gennaker. Sin embargo personalmente estaba cansado y de mal humor. Hay tripulaciones que me causan ese efecto.

El otro día, fondeado en Alcudia vi en la lejanía los fuegos artificiales de un pueblo en fiestas de verano y me acordé de las veces en que, navegando de noche, he visto fuegos artificiales en la distancia, que en ocasiones parecían verdaderas bengalas de socorro. Es otro de los alicientes de las navegaciones estivales. Ameniza la navegación y te devuelve un aire festivo y cálido. Muy agradable. Estamos en vacaciones de verano!

Creo que he visto, como casi todos, bastantes de estos fuegos en mi vida. Los de Pontedeume, donde vivo, están la mar de bien. Los de Santiago de Compostela, el día del Apostol tienen lo suyo. Incluso en fiestas de poblaciones mediterráneas, que tienen fama.
Pero esta noche, en Ibiza, casi me ha emocionado. No me los esperaba (no sé en qué día vivo ;-) y mientras estaba cenando a bordo empecé a oír bullicio en los barcos vecinos.
Subí a cubierta y de pronto ¡fuegos artificiales sobre nuestras cabezas!
Miraba a mi alrededor y la mayoría de los barcos tenía grupos de gente en cubierta mirando al cielo y exclamando ¡haaaaaaaaaa! ¡hoooooo!
Hice alguna foto a los primeros, pero la cosa fue increscendo y también me quedé absorto mirando hacia arriba.
El olor a pólvora, la vibración de los bombazos (que te hace temblar hasta el píloro), además de la incertidumbre de cómo será el siguiente y la misma admiración de los propios fuegos, creando coreografías y combinaciones de luces y sonidos muy artísticos. Todo esto te hipnotiza.
El final ha sido verdaderamente apoteósico, impresionante, y al terminar, tras unos segundos de silencio, aplausos multitudinarios y sirenas de barcos sonando a tutiplén.
Me ha hecho olvidar por completo el lado malo del día.
¡Apogeo del verano!!! ;-)