A caballo entre un pequeño crucero y la vela ligera se encuentra la clase STAR, una de las clases olímpicas con más solera, sino la que más. Es un tipo de barco diseñado por William Gardener en 1911, recordando la línea de los copa América de la época, que es clase olímpica desde 1932.
Se trata de una embarcación de 6,9 m de eslora, con 671 Kg de peso y 26,5 m2 de superficie vélica, para dos tripulantes.
Al contrario que el resto de las clases olímpicas actuales, el Star es el único dotado de timón y orza fija, con un pequeño bulbo de lastre, del que destaca la longitud de su mástil y sobre todo la gran superficie de su vela mayor, lo que lo convierte en una de las clases más duras. Su aparejo, que sólo arbola mayor y foque, está dotado de burdas que permiten darle caída a proa al palo cuando navegan en popa, y su gran botavara apenas se separa un palmo de la cubierta mientras navega en ceñida, lo que dificulta el cambio de banda de la tripulación en las viradas. En definitiva una clase majestuosa y muy competitiva en la que desde siempre navegan muchos de los mejores cañas de alta competición de crucero del mundo.
En España hemos tenido buenos exponentes en esta clase, aunque quizá la que menos éxitos nos ha dado, siendo actualmente uno de nuestros puntos más débiles, hasta el punto de que posiblemente no tengamos ningún representante en las próximas olimpiadas.
Sin embargo, de unos años a esta parte y cuando sus participaciones en vuelta al mundo y circuito de Transpac 52 se lo permiten, el skipper coruñés “Chuny” Bermúdez de Castro pelea por conseguir una plaza para España en esta clase.
Este año Chuny navega con Marcelo Ferreira como tripulante, junto al que participó recientemente en la Bacardi Cup de Miami (clásica prueba que casi es un mundial oficioso de la clase) quedando en el puesto 25 de entre 114 participantes. Peor suerte corrió nuestro veterano Jose Mª Van Der Ploeg, que tuvo que retirarse. Como “sparrings” de Chuny está el barco tripulado por los amigos Fernandinho y Juanete, y me consta que le están poniendo las cosas difíciles ;-) Fernando García Lago, además de haber sido campeón del mundo mundial juvenil en la clase Snipe, ha peleado por una plaza olímpica en la clase 49er. Ahora vuelve a la carga intentándolo en la difícil clase Star. Calidad hay de sobra, ahora falta suerte.
Como lo prometido es deuda… a ver si Fernando y Juan me sacan a probar las sensaciones de navegar en un Star. Preferiblemente un día sin “rasca”, a ser posible, por el bien de vuestro palo y mi rodilla ;-) (no quisiera acabar como Lars Grael, navegando con una sola pierna ;-)
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