Para algunos terrícolas el mar no es más que una vasta extensión de agua, un desierto yermo amenazante para nuestra vida… y no hay más que surcar sus aguas con atención para comprender lo equivocados que están. (si nos fijamos bien en esta primera foto advertiremos un banco de peces saliendo a la superficie)Ya sólo desde la superficie, la cantidad de seres que podemos avistar es increíble, desde los más simples hasta los más evolucionados. Desde los más lentos hasta los increíblemente rápidos. De los más insignificantes a los más enormes. Los que pueden ser una amenaza para nosotros, los menos, o los que son amenazados por nosotros, todos. Sea como sea, lo que sí es cierto es que la vida marina es de una belleza increíble, sus colores, sus formas, su manera de habitar en la mar…
Pero además de todo esto existe algo más sutil, menos evidente, que expresó perfectamente el maestro Moitessier en una frase, con la que comulgo al cien por cien:
“El que no entienda que un velero es un ser vivo, jamás entenderá nada de la mar ni de los barcos”.
P.D. Esta frase, que hice mía hace tiempo, me la han recordado recientemente Sara y Jon, dos navegantes vascos que conocí telefónicamente a través de Unai, y que se han traído su barco desde Sidney hasta Bilbao. Travesía que podéis seguir en su magnífico blog (www.travesiaskylark.blogspot.com )
2 comentarios:
Preciosa la entrada, como siempre.
Viniendo de quien viene es todo un elogio... Muchas gracias, Mera.
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