Para su novena edición, la Transat Jacques Vabre 2009 tiene como destino el puerto de Limón en Costa Rica. 34 embarcaciones toman parte en esta regata, divididas entre Monocascos y multicascos, con dos recorridos similares pero diferentes, que saldrán el próximo domingo 8 de noviembre del puerto francés de Le Havre, atravesando, sin parada y sin asistencia, el océano Atlántico y el Mar Caribe para tomar al revés el camino legendario de la Ruta del Café.
Después de cuatro ediciones en Cartagena, Colombia, y cuatro otras, con destino Salvador de Bahía en Brasil, los participantes (dos navegantes por cada barco) de la Transat Jacques Vabre, que reúne a la flor y nata de la navegación oceánica, van a competir hasta Puerto Limón recorriendo 9.300 kilómetros (unas 5.000 millas).
Con el valor añadido en esta edición de llegar a un país de excepción dentro de centro América, Costa Rica, con una democracia consolidada desde hace 125 años y sin ejército desde 1948, además de ser un paraíso natural con gran hincapié en la sostenibilidad.
Para los españoles será reconfortante terminar la regata en un país con una lengua común que sin duda les ayudará a sentirse como en casa.
Cuatro serán los navegantes españoles que participen en esta edición, tres de ellos a bordo de los dos barcos que presenta la Fundació Navegació Oceánica Barcelona (FNOB), el W HOTELS tripulado por Pepe Ribes y Alex Pella y el ESTRELLA DAMM 1876 de la pareja formada por Pachi Rivero e Yves Parlier, después de que Guillermo Altadill fuera baja recientemente. Parlier es uno de los mitos de la vela oceánica francesa, conocido como “el extraterrestre”. Alex Pella y Pep Ribes a bordo del "W Hotels" "W Hotels" ex Paprec-Virbac 2 de Jean-Pierre DickPachi Rivero e Yves Parlier a bordo del "Estrella Damm 1876" "Estrella Damm 1876" ex Gitana Eighty de Loïck Peyron
Por otro lado, el cuarto tripulante español, Bubi Sansó, formará tripulación con el experimentado navegante británico Mike Golding a bordo del MIKE GOLDING YACHT RACING. Mike Golding y Javier Sansó Nuevo barco de Golding
El número de participantes así como la calidad de los mismos harán de esta una edición muy competida e interesante.
De entrada, como viene siendo tan frecuente en las regatas oceánicas que salen de algún puerto del Cantábrico, este les recibirá con fuertes vientos y mar gruesa, lo que pondrá a prueba, ya desde el inicio, la resistencia de navegantes y embarcaciones. Todo un banco de prueba de cara a la próxima Barcelona World Race.
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