Tras haber congelado la “imagen”, volvemos a darle al “Play”:
Volvemos a trasluchar…
El “proa” vuelve corriendo a la ídem, el “palo” en su lugar, el “piano” en la entrada del tambucho y en las escotas y brazas estamos listos. Como en cada maniobra, y como parte de nuestra función, coordinamos la labor que cada uno tendrá que realizar, aunque ya lo sepan, mientras el “patrón” busca un hueco entre dos barcos que vienen ciñendo. Después del amarillo trasluchamos!
Esta vez casi se nos lía el spi, pues al cruzar por la popa de dicho barco, nos llegó el desvente de sus velas justo en plena trasluchada, pero tras un “estallido” del spi al hincharse, volvió a portar.
Allá vamos, a la caza de dos de los rivales que tenemos por proa, algo más a barlovento.
He de decir que así como en la ceñida se busca el barlovento, en la popa se busca el sotavento.
Los dos rivales a los que me he referido se van marcando mutuamente, y tras haber trasluchado el primero de ellos, inmediatamente detrás ha trasluchado el otro. Ahora ellos navegan amurados a babor, mientras nosotros nos acercamos por detrás, más a sotavento, amurados a estribor.
En cuanto crucen nuestra proa y se coloquen a nuestro sotavento, les tralucharemos encima para intentar desventarlos. Así que volvemos a preparar la maniobra. ¡Atentos!, ¡Vamos! Ya están ahí, ¡trasluchamos!
Nos hemos colocado justo en la dirección en que reciben el viento, y tan pronto como hemos completado la trasluchada, se han dado cuenta de nuestras intenciones, por lo tanto rápidamente han vuelto a trasluchar para escapar de nuestro desvente. Lo bueno es que el que está delante le ha metido una orzada al otro para que no le pase por barlovento, justo antes de haber completado su maniobra, así que casi se abordan. Je,je!, que se peleen entre ellos. Nosotros seguimos así, amurados a babor. La baliza de sotavento ya no está lejos, así que nuestra táctica será seguir así hasta que con la próxima trasluchada nos dé rumbo a la baliza, de forma que lleguemos a ella amurados a estribor y por tanto con preferencia de paso respecto a ellos. Lo malo de este plan, es que justo en la baliza tendremos que izar el génova, arriar el spi y volver a trasluchar, para salir ciñendo, mientras nos peleamos con ellos. Se nos va acumular el trabajo… a ver qué pasa.
¡Qué sed! , tenemos la boca seca, que circule la botella de agua por favor!
No sé para qué nos ponemos la ropa de aguas, al final acabamos chorreando igual, aunque sea por el sudor…
Parece que el viento ha bajado a unos 20 nudos. El “táctico” y el “patrón” discuten si para la próxima ceñida en vez de volver a izar el génova IV, lo cambiamos por el III. Pero hay que decidirlo rápido, ya no nos queda demasiado hasta la baliza. Venga, sí! ¡fuera el IV y subir el III!.
El “proa” y el “palo” se afanan en pasarle la vela que está en cubierta al “topo”, y este a su vez subirá el saco del génova III para que lo estiben en la cubierta de proa.
El “táctico” avisa que ya debemos trasluchar hacia la baliza. Muy bien, vamos a trasluchar ya!
Completamos la trasluchada y el “proa” prepara el génova para izarlo.
Vamos hacia la baliza de sotavento en convergencia con los otros dos rivales que vienen amurados a babor, muy juntitos y parece que llegaremos los tres en un pañuelo. Para poder aprovechar la ventaja de nuestra preferencia, la maniobra tiene que salirnos clavada, así que vamos a coordinar los pasos a seguir.
Primero izaremos el génova, como vamos casi en popa cerrada, quitaremos el tangón y lo estibaremos en cubierta. Justo cuando vayamos a trasluchar para virar la baliza, empezaremos a arriar el spi por barlovento, a la vez que trasluchamos, y mientras cazamos mayor y génova a tope para ceñir, se termina de meter el spi dentro, ya por sotavento. ¡ Lo tenemos todos claro?! ¡Tiene que salir de libro!
Ya estamos a cinco esloras de la baliza, tensamos driza de mayor, pajarín y le metemos caña al backestay. Génova arriba!, fuera tangón!, mantener el spi portando!,… venga, abajo spi!!! ¡TRASLUCHANDO!
El “táctico” le grita a los otros barcos, ¡ESTRIBOR!, ¡AGUA, POSICIÓN INTERIOR!. Nos dejan espacio, pero sólo el justo.
El “patrón” nos grita, ¡ CAZANDO MAYOR!, ¡GÉNOVA! VENGA!,VENGA!
Parece que al “piano” le han salido cuatro brazos, en la escota de génova estamos echando el higadillo, la escota de mayor tampoco da abasto, mientras el “proa” y el “palo” están quedando sepultados por el spi. …Y el “patrón” sigue gritando ¡ EL SPI SE HA IDO AL AGUA!. Efectivamente una parte ha caído al agua y se está embolsando. El “táctico” corre a echar una mano y tira con todas sus fuerzas del spi para subirlo a bordo. Llevamos a uno de nuestros rivales casi dándonos con su proa en nuestra aleta de sotavento, pero no puede virar. El Otro ha aprovechado la confusión para virar y sale de la baliza amurado a estribor. Ya está todo el spi dentro y las velas cazadas a tope. Todos a la banda!, venga vamos a navegar!. Todos menos el “proa” que ordena todos los cabos de la maniobra de spi, dejándola lista y clara para la próxima popa.
El que teníamos por la aleta de sotavento ya ha podido virar, por lo que nosotros hacemos lo propio para marcarlos a los dos.
Todos ya sentados en la otra banda. Hay un momento de silencio mientras recuperamos el aliento y nos da el viento en la cara. Tenemos tiempo para mirar alrededor y ver cómo va la regata, durante las maniobras apenas te da para mirar. Parece que vamos sextos. Los de delante, si no pinchan, difícilmente los alcanzaremos. Nuestra pelea está con estos dos, pero si pinchamos nosotros, no sólo nos pasarán ellos, sino que el noveno y el décimo tampoco los tenemos muy lejos. El resto de la flota ya se ha alargado bastante. Nos queda esta ceñida y otra popa.
El “topo” baja a adujar el spi por si lo necesitamos en la popa, que va a ser que sí, mientras el “proa”, que se va comiendo todas las olas que salpican por barlovento, critica al “piano” por haber soltado la driza del spi demasiado rápido, a lo cual el “piano” se excusa diciendo que se le lió el tercer brazo con el cuarto ;-).
Nuestros dos rivales han vuelto a virar, y en cuanto cruzamos sus proas viramos nosotros también situándonos a barlovento de ellos para marcarlos. Ahora vamos los tres amurados a babor navegando otra vez hacia el lado derecho del campo de regatas que tan buen resultado nos dio en la primera ceñida.
En cambio, el noveno y el décimo optan por el lado izquierdo. No les queda otra que jugársela, porque sino vendrán detrás nuestra, y por velocidad difícilmente nos pasarán, está bastante igualada, al ser barcos similares.
Estamos ya llegando de nuevo a la baliza de barlovento, y esta ceñida ha sido bastante más cómoda. Nos hemos limitado a tener controlados a nuestros rivales más directos, marcándolos constantemente. A los otros dos, como era de prever, les ha ido peor por el lado izquierdo, y hemos aumentado la ventaja sobre ellos.
El viento ha vuelto a arreciar aquí arriba, llegando a los 28 nudos, y por tanto vamos pasados de vela, pero no compensa ni cambiar el génova ni mucho menos meter un rizo a la mayor, así que hemos dado más flexión al palo, retrasado un poquito el escotero del génova para aliviarlo y reducido el ángulo contra al viento, ciñendo a unos 25º.
La duda está en hacer la popa con el spi 0,75 de antes o izar el 1,5. Finalmente decidimos no arriesgar la vela y preparamos la maniobra con el de 1,5 oz.
Esta vez no traslucharemos en la baliza, simplemente arribaremos e izaremos cuando estemos sobre ella. Hemos virado la baliza de barlovento cómodamente delante de nuestros dos compañeros, por lo que la maniobra salió ordenada y en cuanto se ha hinchado el spi hemos salido planeando en una ola pegando un estirón que nos ha separado un poco más aún de ellos. La popa ha sido muy rápida y solamente hemos hecho una trasluchada, pero debido al viento y a que ha aumentado la ola, casi nos vamos de orzada al realizarla. Afortunadamente el “patrón” ha podido controlar el barco y nosotros el spi.
Los de delante se nos fueron un poco más, pero también nosotros nos hemos ido de los de atrás, así que en esta manga apenas hemos tenido presión y finalmente hemos cruzado la línea de llegada en sexta posición. Parece que este puesto está siendo nuestro sino.
Ha sonado el bocinazo de llegada, largamos braza y arriamos spi recogiéndolo fácilmente entre el pujamen de mayor y la botavara.
¡Muy bien chicos! , nos dice el patrón. Estamos contentos de la regata que hemos hecho y nos felicitamos unos a otros. Vamos a por esas cervecitas que nos esperan en el puerto.
Antes de enfriarnos, recogemos toda la maniobra y después de un rato llegamos al pantalán con todo doblado y estibado. Sólo amarrar, colocar las defensas y rápido, aunque arrastrando los pies por el pantalán, hacia la carpa a sentarnos con esas birras y ese pitillito. Estamos un poco “reventaos” ;-). Menos mal que no hemos tenido ninguna protesta, sino luego habría que ir a la oficina de regata a defenderla ante el comité.
El armador está contento y parece que esta noche caerá una buena cena, lo cual está muy bien, pues no hemos probado bocado desde el desayuno.
Mañana será otro día y otra regata.
Espero que hayáis disfrutado de la regata.
2 comentarios:
Genial maestro, casi se podían escuchar los gritos. Un abrazo.
Pues nada Kande, a descansar para la próxima, que ya ví cómo os las gastáis por Bilbo...
Un abrazo.
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