Ha pasado un tiempo desde que nos embarcamos, mi padre, mi hermano y yo a bordo del ex barco de mi hermano, el “Rigel”, un motovelero de 10,20 metros, para subirlo desde Portosín hasta Sada antes de que se le hiciera su puesta a punto para ser vendido.
Recuerdo con agrado esa travesía en la que, con unas condiciones meteorológicas formidables, navegamos los tres juntos y vi a mi padre disfrutar en la mar por última vez.
Fue él quien nos inició en la pasión hacia el mar y la navegación. El culpable de que el gusanillo marinero se nos infiltrase hasta los tuétanos. El patrón con quien una vez más, al igual que muchos años atrás, volvimos a navegar.
Ahora mi padre ha vuelto a embarcar, en esta ocasión hacia el “Hades”, junto a Caronte, en la que será su travesía definitiva.
¡Buena travesía Patrón! Espero que encuentres mar calma y a quien buscas allá donde vayas.
.::SALVE MARINERA::.
4 comentarios:
Ten la seguridad de que tendrá buena travesía y llegará el mejor de los puertos... un abrazo grande, amigo.
Somos muchos a los que Eugenio y Ana nos infiltraron hasta los tuétanos navegar, aunque hayan partido hacia su travesía definitiva, siempre que disfrutemos del mar nos acordaremos de ellos y de un tal
San Brandan....
Jorge; cuantos conocimos a tu padre, nos sentimos empapados de sal, y contagiados de su vocacion, obsesion, y pasion, SIEMPRE , CUANDO PENSEMOS EN EL , LO RELACIONAREMOS CON ESA SALINIDAD QUE SUPO CONTAGIAR A TODOS LOS QUE LE RODEAMOS; ten por seguro que su travesia sera con magnificos portantes , COMO SIEMPRE SE MERECIO.Un fuerte abrazo, marinero.
Javier Bollo
Buenos vientos para tu padre, y enhorabuena por tu fortuna al haberlo tenido a tu lado mostrándote la mar
Publicar un comentario