No es la contraposición y complementariedad del Yin y el Yang. Es un concepto de cosecha propia sobre una forma de entender la vida que representa un cúmulo de conceptos opuestos como bueno y malo, deseable y repudiable, saludable e insano o sostenible e insostenible.
Tras la reunión de Barcelona, en la próxima cumbre sobre el clima de Copenhague las naciones se juegan el futuro de todos. Es uno de esos momentos en que los políticos deben ganarse el sueldo, pero no sólo depende de ellos, sino que con nuestras acciones y forma de vivir, menos estresante, menos consumista y más natural, tenemos mucho que decir sobre cómo queremos que sea nuestro mundo.
No obstante, las siguientes imágenes no son más que una serie de preferencias personales.
8 comentarios:
Plas, plas, plas... muy bueno, a veces todos deberíamos hacer un ejericio como este, sí señor. El mío se parecería, probablmente con alguna bici, los colegas alrededor deuna mesa de formica y alguna margarita... Un abrazo, seguimos soñando con el desafío Manchgo ;-)
Si, Caius, es un ejercicio divertido.
Y tantas cosas que hemos cambiado, a veces inconscientemente, por otras que nos gustan menos.
Un fuerte abrazo y aupa ese DMCA! ;-)
Estupenda selección de fotos y mejor el mensaje.
De todas formas no comprendo por que hay un par de fotos que no son contrapuestas (o sí, uno<->varios).
Un abrazo.
Alvaro, Sada
Hola Álvaro.
Pues supongo que según se mire, o lo que signifique cada imagen para cada uno.
Para mí todas estas lo son.
Por ejemplo, es posible que Silvio no lo vea así, pero yo prefiero a un animal benigno y amable en peligro de extinción que a un animal maligno y detestable en peligro de proliferación... ;-)
Un abrazo.
Magnifica selección de imagenes (me repito, si). Pero tengo un pero, me encanta sentir el viento en la cara y de vez en cuando superar las 30m/h me lo provoca, solo esas 30, pero pasar de 6-7 a 30 de vez en cuando sienta bien.Ya pasar de 35 no me gusta, hay que protegerse.
De todas formas a pesar de mi pero, PARABENS!!.
Apertas.
Fernando
Pues sí Fernando, es una sensación que durante un ratito está bien.
Pero en el caso de las motos acuáticas hacen un ruido que incordia a tokiske en un radio de varias millas y tienen tendencia a hacer pasadas demasiado ajustadas para fardar, lo mismo que las ostentosas motoras de línea italiana (para entendernos)con sus colchonetas con olor a bronceador, dejando una estela que hace menearse al más plantado. En ambos casos, a parte de consumir gasolina a lo bestia, en un minuto ya has llegado sin hacer apenas nada, y luego qué. Prefiero disfrutar del viaje, poniendo algo más de mi parte y aprovechando la increible energía que supone el viento.
En cualquier caso, como dije, se trata de preferencias personales, tanto literales como de lo que representan. Lo importante siempre es la actitud.
Apertas e graciñas pola visita, Fernando.
Bueno, claro, mi planteamiento no es el de hacer el ... por el mar adelante, tampoco lo soporto de hecho no identificaba mi paseo, con el casi gamberrismo de algunos de la moto acuatica, ni la falta de educación de aquellos que quieren darte la mano al pasar, como si no hubiera mas mar. Yo pensaba en mi paseo solitario, así sin mas.
Apertas
Fernando
Pues eso, lo importante es la actitud.
De todas formas ahora ya hay barcos de vela que nos permiten alcanzar esos 30 nudos y experimentar esa sensación de velocidad sin tener que aguantar el ruido del motor... si bien es cierto que aún no está al alcance de todos, pero esa es la tendencia y todo se andará ;-)
(debe ser emocionante, vaya subidón de adrenalina y qué ganas de pillarlo!!!)
Unha aperta.
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