En la mañana del día 8 el armador me fue a buscar a la estación de autobuses de Vigo para dirigirnos al puerto donde se encontraba el barco, en la Bahía de San Simón, al otro lado del puerto de Rande. Mientras embarcábamos los víveres y bolsas ocurrió el primer incidente, el armador se fue al agua entre el barco y el pantalán. Él salió del agua, pero las llaves del barco se quedaron en el fondo, a 5m. de profundidad, matarilerilerile… ;-), mal comenzábamos, pero afortunadamente existía una copia.
Terminamos de estibar todo a bordo y partimos hacia el Náutico de Vigo para hacer gasoil, pasando por debajo del imponente puente de Rande. Por fin zarpamos, con los depósitos llenos, a las 15:30h. rumbo al canal del Sur de salida de la ría, entre las Islas Cíes y las piedras Serralleiras, y tras doblar Cabo Silleiro arrumbamos al 190º hacia un way point colocado entre Peniche y las Isla Berlengas, a unas 165 millas.
Había 10 nudos de viento Norte, por lo que al principio navegábamos con mayor y motor para hacer entre 5,5 y 6 nudos de velocidad. Como el barco no tenía piloto automático nos turnábamos en guardias de 4 horas.
Lo único que amenizó la noche fue una manda de delfines mulares que nos acompañó durante un rato.
9/04/2006
El viento sigue sin animarse y el día ha transcurrido tranquilamente sin nada destacable, salvo el cruce con algún que otro mercante que remontaba la costa portuguesa. Esta noche pasamos el canal entre Cabo Carvoeiro e Islas Berlengas y arrumbamos hacia Cabo Raso a unas 40 millas.
10/04/2006
A las 07:30h, tras un slalom entre aparejos de pesca, recalamos en Cascais para hacer gasoil. Desayunamos, una duchita, echamos 109l. de gasoil, una mini compra y a las 11:00h volvemos a salir con rumbo 175º. Por fin parece que el viento se anima y nos permite navegar sólo a vela a 5 – 6 nudos de velocidad. Como el viento está algo variable de dirección en la bahía de Lisboa, durante un rato aprovechamos para estrenar una nueva vela, un “paraespí”, un invento del TBO que personalmente no me acaba de convencer, pero como el armador está tan ilusionado con ella, y después de la pasta que le acostado me reservo mi opinión. Bueno, parece que tira del barco. Al salir de la bahía el viento se entabla del Norte y navegamos en popa hacia Cabo San Vicente, que está a unas 100 millas.
Durante la tarde nos cruzamos con algún otro mercante. El armador es parco en palabras y yo tampoco soy demasiado parlanchín, así que disfrutamos tranquilamente de la navegación, con sol pero algo de fresco. A última hora aterriza en cubierta un polizón, un pajarito exhausto que tras observarnos durante un rato se ha metido dentro de la camareta y se ha acomodado en una repisa sobre una toalla dispuesto a pasar la noche. Le hemos bautizado “Piolín”, y después de cenar le hemos dejado delante un trozo de plátano para que reponga fuerzas. 11/04/2006
A las 04:30h. hemos doblado Cabo San Vicente y ponemos rumbo 115º hacia el Estrecho, que está a unas 165 millas.
“Piolín” ha pasado la noche a bordo descansando y por la mañana ha cagado en mi camarote, se atusó el plumaje y salió al exterior, dio una vuelta de calentamiento alrededor del barco, se posó de nuevo para despedirse y se fue volando, seguramente a ver a sus primos del Algarve. Ha tenido suerte el condenado.
Al pasar San Vicente entramos en el calorcito del Algarve. Un olor característico a pinos y a costa llega de tierra. Varias veces me ha cogido el amanecer por esta zona y casi siempre me ha parecido de una serenidad preciosa. El sol, al poco de nacer ya calienta, después de una noche fresca, y vaticina un día caluroso. El mar está como un plato, apenas una leve brisa riza el agua y como hay poco que hacer me dedico a hacer algunas fotos, a pesar de que en esta ocasión no he traído cámara y que la del móvil es muy mala. Me cruzo con pesqueros portugueses que van hacia tierra bajo una nube de gaviotas alborotadas.
Parece que el viento se resiste a madrugar, pero finalmente aparece con unos 16 nudos y nos permite navegar ya el resto del día sólo a vela a través del golfo de Cádiz, eso si, de ceñida.
Finalmente no ha hecho el calor que parecía, y aunque ha sido un día soleado el viento es fresco, arreciando hasta los 20 nudos al anochecer.
12/04/2006
A pesar de que la noche ha comenzado algo incómoda con ola y viento de proa, a partir de media noche ha cambiado bastante. En muy poco tiempo calmó mucho la mar y algo el viento, rolando justo para ceñir a rumbo debido hacia Tarifa.
Durante mi guardia se ha llegado a equilibrar tanto el barco con las velas, que sin piloto ha mantenido el rumbo preciso durante más de una hora sin necesidad de corregir el timón. He llegado a pensar que el espíritu de algún combatiente de Trafalgar se hizo con el gobierno del barco, quizá el propio Nelson en persona ;-)
Sea como fuese, ha sido muy agradable navegar así, se echaba de menos un piloto, ya sea automático o fantasmagórico ;-)
Parece que tendremos suerte al paso del Estrecho, con poniente y mar tranquila. Estamos ya muy cerca, pero aún así aquí pueden cambiar las cosas muy rápidamente. Con la salida del sol el viento se ha ido abriendo y esa mañana doblamos Isla Tarifa navegando rápido por el Estrecho en popa cerrada y a orejas de burro, alcanzando en la salida, al través de la bahía de Algeciras, casi 11 nudos de velocidad. Hago una llamada por el canal 74 VHF a Tarifa Tráfico para saludar a un conocido que trabaja allí, pero no estaba de guardia, de todas formas siempre se agradece su amabilidad y profesionalidad. Trasluchamos en Punta Europa y arrumbamos hacia Sotogrande, a donde arribamos a las 18:15h. Echamos 107 l. de gasoil, hacemos una pequeña compra de fruta y pan y zarpamos de nuevo a las 20:15h. antes de la puesta de sol, poniendo rumbo 85º hacia Cabo de Gata que se encuentra a unas 150 millas. Tenemos viento del Oeste de 18 nudos que nos hace navegar a unos 7 nudos de velocidad y un grupo de delfines nos vuelve a echar una “carrera”. 13/04/2006
La noche está siendo magnífica, con viento de popa y navegando casi sobre el reflejo de una luna llena espléndida. A pesar del movimiento, la falta de luz y de la porquería de cámara del móvil, no me resisto a hacer una foto. Durante el día el viento se ha ido cerrando un poco, navegado a un largo al principio y más tarde de través, hasta que por la tarde, a la altura de Punta Sabinal, a la entrada del Golfo de Almería, el viento se ha ido totalmente a la proa, obligándonos a hacer bordos de ceñida con 20-25 nudos del Este. El viento ha seguido arreciando un poco más y la ola corta mediterránea nos dificulta cada vez más el avance, por lo que hemos recogido el génova y navegamos con motor y mayor buscando el amparo de Cabo de Gata, mientras por proa aparece de nuevo la luna anaranjada. El parte meteorológico anuncia vientos fuertes del Este para esta noche en Cabo de Gata, y la cosa se está poniendo algo incómoda así que a las 23:30h. decidimos entrar en el Puerto de San José a pasar el resto de la noche. Como suele ser habitual el puerto está prácticamente lleno, pero conseguimos abarloarnos a un 54 pies que ocupa todo el muelle de espera. Al parecer vienen desde Barcelona y van hacia Vigo, comentándonos que han tenido viento fuerte y mar. Me pregunto cómo se habrán enterado yendo a bordo de ese barcazo ;-)
Buscamos un sitio para cenar, luego nos tomamos una copita y de vuelta al barco a dormir.
14/04/2006
Por la mañana tenemos abarloado otro barco que ha llegado de madrugada, un pequeñito pero bonito cutter de unos 22 pies, de madera con bauprés y aparejo de cangreja tripulado por un viejo inglés, viva imagen de Hemingway, y su salitroso foxterrier. Una pareja muy simpática que viene desde Turquía. También ha arribado al puerto un matrimonio francés a bordo de un cutre-catamarán destartalado de unos 30 pies de artesanía con un fueraborda de 10 cv., y es que por ahí hay alguno que le echa unas nariceees…
Una ducha y después de desayunar esperamos a que quede libre el pantalán del gasoil, para, ya que estamos, rellenar a tope el depósito. Hace viento y hay un barco de charter que le está costando hacer la maniobra para salir, y dado el poco espacio de maniobra que hay dentro del puerto casi se golpea contra media flota. Una vez libre, nos dirigimos hacia el gasoil. Planifico la maniobra, el armador en proa con una amarra lista para lanzar, y yo con la amarra de popa a mano. Como hace viento, me aproximo con un poco más de arrancada para evitar el abatimiento, de manera que al estar paralelo al corto pantalán meter marcha atrás, lanzar la amarra de proa, poner punto muerto, y saltar yo al pantalán con la amarra de popa para pasarla por la cornamusa y detener completamente el barco. Pues en estas estábamos cuando aterrizo en el pantalán y un hombre me da un empujón, que me hizo caer, y me quita la amarra de las manos, pero a él no se le ocurrió pasarla por la cornamusa del pantalán, con lo que no pudo detener completamente la arrancada y el barco acabó golpeando con el balcón de proa contra el muelle. No fue grave, pues el barco ya estaba prácticamente parado, pero con todas las buenas maneras de que fui capaz le recriminé al hombre que se metiera en medio de la maniobra sin que nadie se lo pidiera. Así que todo ofendido el hombre soltó la amarra y se marchó despotricando. Moraleja, por muy buenas intenciones de ayuda que se tengan en estos casos, no nos metamos en medio de una maniobra ajena a no ser que nos lo pidan.
Por fin a las 11:00h. salimos del Puerto de San José rumbo a Cabo de Palos, para el que faltaban unas 90 millas.
El viento seguía soplando del NE con fuerza 5 y navegamos con mayor y motor hasta estar al través de Carboneras, donde el viento roló unos grados al Este, suficiente para navegar a vela de ceñida a rumbo debido, aproximadamente al 55º.
Según avanzaba el día el viento aún se abrió unos grados más y nos permitió amollar un poco las escotas e ir más cómodos y rápidos. Un día de navegación bastante bonito, de hecho, también debido a que nos acercábamos a nuestro destino, el armador habló más que en todo el resto de la travesía.
Al atardecer, estando al través de Cabo Tiñoso, el cielo se encapotó y arreció el viento, pero aguantamos el tirón hasta virar, ya de noche, entre Cabo Palos y la isla Hormiga Grande, dejando el Bajo de Dentro por babor. Ciertamente resulta un poco lioso entrar por ahí de noche, pues las luces de las boyas que señalizan la reserva marina confunden un poco.
A partir de ahí navegamos paralelos al brazo de tierra del Mar Menor a pasar por dentro de la Isla Grosa ya buscando el canal de entrada del Puerto de Tomás Maestre, a donde llegamos a las 05:30h del sábado 15 de Abril.
Como teníamos que esperar hasta la hora de apertura del puente, fondeamos a un lado del canal de entrada y dormimos un poco hasta poco antes de las 08:00h., hora en que levamos el ancla y nos adentramos por el canal. Por fin a eso de las 09:00h. y después de aproximadamente 800 millas y unos siete días de navegación, el barco descansaba ya amarrado en su plaza del Tomás Maestre, y nosotros también.
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