sábado, 16 de febrero de 2008

Es un placer

No todo van a ser vueltas al mundo y navegación en mares escabrosos, hay que valorar también el lado más dulcemente placentero de la navegación a vela, cuando con 10 ó 12 nudos de viento, la mar llana y el barco escorado ligeramente con las velas llenas, se desliza firme y rápido sobre el agua a unos 5 - 6 nudos, mientras con buena temperatura al sol de la tarde converso con el amigo Edi entre maniobra y maniobra.
Con un par más de salidas al mar como esta le dejamos el barco a Antonio afinado como un violín ;-) (“comme il faut”).
Ha sido un placer.

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