domingo, 13 de marzo de 2011

40 MINUTOS PARA VIRAR POR AVANTE

Las maniobras a bordo de un IMOCA open 60 de última generación tienen poco que ver con el procedimiento habitual en otro tipo de veleros. La virada por avante por ejemplo, si bien no es de las maniobras más agotadoras, sí es una de las más largas de efectuar (entre 30 y 40 minutos estando entrenado) convirtiéndose para el navegante solitario en un automatismo a pesar de la lista de pasos a efectuar, como podemos observar, alguno de los cuales los skippers reservan como confidencial.

1- Bajar timón de barlovento.
2- Vaciar tanque de lastre medio.
3- Confidencial.
4- Bajar la orza de deriva de barlovento.
5-Preparar la contra escota.
6-Estiba de las velas del pañol de proa.
7-Transferencia del tanque de lastre de proa.
8- Confidencial.
9- Cerrar transferencia de proa.
10- Confidencial.
11- Mover velas de cubierta (en caso de haberlas).
12- Preparar burdas de sotavento.
13- Preparar carro de sotavento.
14- Chequear puntos de tiro de la vela de proa.
15- Cierre de compuertas de sotavento.
16- Confidencial.
17- Preparar el modo virada del piloto.
18- Prerreglaje de burda.
19-Cambio de banda de la quilla.
20- Hacer virar al piloto automático.
21-Largar la escota de la vela de proa.
22- Cazar la contraescota.
23-Cazar la burda.
24- Calibrar tensión de burda.
25-Acabar trimado de vela de proa.
26- Levantar orza de deriva de barlovento.
27-Fijar la burda de sotavento.
28-Confidencial.
29-Afinar el nuevo rumbo con el piloto.
30-Recolocar el carro de la vela mayor y / o escota de vela mayor.
31- Cerrar todas las compuertas de los tanques y shnorkel.
32- Levantar timón de barlovento.
33- Echar un trago.
Copia foto Thierry Martinez
Copia foto Thierry Martinez
Vista la complejidad y el esfuerzo físico qué representa una virada por avante, hace que tal decisión no se tome a la ligera, requiriendo un minucioso estudio previo en la mesa de cartas antes de decidirse a cambiar de bordo.
Copia foto Yvan Zedda
La estiba supone el desplazamiento de los sacos de las velas en el pañol de proa, siendo quizá el paso más difícil de la maniobra. A pesar de la ayuda de la gravedad, mover sacos de 40 a 60 kilos, hasta un total de 400 kilos, resulta agotador.
Copia foto Yvan Zedda
Una vez iniciada la virada, es preciso encadenar las maniobras. Largar la contraescota, cazar la escota, largar burda y cazar la otra burda. Sin atropellos pero sin pausa.
La columna del “molinillo de café” supone una gran ayuda para el solitario, pudiendo conectar tres de los cinco winches de bañera y por tanto trimar elementos distintos de la maniobra sin moverse del sitio.
Copia foto Yvan Zedda
En la mayoría de los IMOCA 60 el sistema de movimiento lateral de la quilla con su bulbo es hidráulico, lo que facilita mucho las cosas. Pero en algún caso, como en el Pakea de Unai Basurko, el sistema era una desmultiplicación de cabos que se manejaba con dos winches interiores. Aún más trabajo pero menos posibilidad de averías. Antes, durante y después de la maniobra, la gestión de los tanques de lastre (llenado, transferencia, vaciado de agua de mar) ocupa al solitario durante un rato en la virada, manejando un intrincado sistema de llaves y tuberías.
Copia foto Yvan Zedda
Es fácil hacerse cargo pues de que la maniobra de virar por avante, en estos barcos, no solamente supone tener conocimientos técnicos y destreza, sino además una condición física excepcional.
Copia foto Thierry Martinez

2 comentarios:

Fernando dijo...

Inimaxinable, pero loxico. Menos mal que van a rumbos largos. Son uns barcos impresionantes.

Nautijorge dijo...

Sí, Fernando. Son máquinas sofisticadas para correr, sobre todo con portantes. Pero, como tu dices, necesitan cancha...
En estos barcos no sólo hay que ser buen navegante, además hay que ser un atleta.