domingo, 26 de diciembre de 2010
DÍAS PARA REGALAR
En estos días en que le damos vueltas a la cabeza buscando algo para regalar a los más cercanos, podremos encontrar algo más o menos bonito, más o menos útil o más o menos divertido... pero lo fundamental es hacerlo con cariño.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
DESEO DE NAVIDAD...
viernes, 17 de diciembre de 2010
PENSANDO EN VOLVER A TÍ
Allá por mayo del 2009 hice una pequeñísima colaboración en la realización de un spot para Turgalicia, tanto que ya casi lo había olvidado.
Consistió en llevar a bordo de un pequeño velero a una pareja de actores, junto a un reducido grupo de cine, para hacer unas tomas navegando.
Nos acercamos hasta la marinera villa de Redes, en la Ría de Ares, donde dimos unas cuantas bordadas para hacer varias tomas. En unas se trataba de filmar a la pareja navegando desde a bordo. Curioso proceso, pues el barco era pequeño y teníamos que quedar todos fuera de cuadro, excepto lógicamente la pareja, lo que suponía una aglomeración de gente en una esquina del barco para dejar el resto libre.
En otras desembarcó la mayor parte del equipo para hacer unas tomas desde tierra, por lo que teníamos que navegar hasta casi tocar con las rocas y virar en el último momento. La dificultad estaba en que yo debía ir escondido en el interior. Enfilaba el barco, fijaba el timón y me metía en el interior, observando desde los portillos para salir rápidamente y hacer virar el barco justo antes de empotrarnos contra la costa.
En total nos llevó escasamente una mañana.
Hace poco, dando una vuelta por el blog de Edurne Baines “Vivir Galicia”, dí con el vídeo-clip de Turgalicia, que no había llegado a ver, creado para la promoción turística de Galicia. En él la pareja protagonista recuerda su experiencia de un viaje por Galicia, evocando los sentimientos vividos y el deseo de regreso: “Pensando en volver a ti”.
Obviamente, tras el montaje, las tomas del velero se redujeron a unas décimas de segundo, pero fue una experiencia diferente y el resultado me parece agradable.
Para verlo en todo su ancho mejor hacer clic "aquí"
Y para seguir "haciendo patria" creo que está bien echarle un vistazo a estos otros: "¿Me guardas el secreto?"
Consistió en llevar a bordo de un pequeño velero a una pareja de actores, junto a un reducido grupo de cine, para hacer unas tomas navegando.
Nos acercamos hasta la marinera villa de Redes, en la Ría de Ares, donde dimos unas cuantas bordadas para hacer varias tomas. En unas se trataba de filmar a la pareja navegando desde a bordo. Curioso proceso, pues el barco era pequeño y teníamos que quedar todos fuera de cuadro, excepto lógicamente la pareja, lo que suponía una aglomeración de gente en una esquina del barco para dejar el resto libre.
En otras desembarcó la mayor parte del equipo para hacer unas tomas desde tierra, por lo que teníamos que navegar hasta casi tocar con las rocas y virar en el último momento. La dificultad estaba en que yo debía ir escondido en el interior. Enfilaba el barco, fijaba el timón y me metía en el interior, observando desde los portillos para salir rápidamente y hacer virar el barco justo antes de empotrarnos contra la costa.
En total nos llevó escasamente una mañana.
Hace poco, dando una vuelta por el blog de Edurne Baines “Vivir Galicia”, dí con el vídeo-clip de Turgalicia, que no había llegado a ver, creado para la promoción turística de Galicia. En él la pareja protagonista recuerda su experiencia de un viaje por Galicia, evocando los sentimientos vividos y el deseo de regreso: “Pensando en volver a ti”.
Obviamente, tras el montaje, las tomas del velero se redujeron a unas décimas de segundo, pero fue una experiencia diferente y el resultado me parece agradable.
Para verlo en todo su ancho mejor hacer clic "aquí"
Y para seguir "haciendo patria" creo que está bien echarle un vistazo a estos otros: "¿Me guardas el secreto?"
domingo, 12 de diciembre de 2010
VIENTOS RENOVADOS
Vemos con cierto asombro cómo va evolucionando el aprovechamiento de las energías limpias y renovables, y menos mal, porque nuestro sistema está basado, en un 80 ó 90%, en las energías procedentes de combustibles fósiles. Combustibles que son limitados y por tanto cada vez más caros, además del gran problema que generan las emisiones de CO2 y otras sustancias a la atmósfera.
El reinado de los países (empresas) que poseen yacimientos de gas y petróleo está condenado a desaparecer.
Los más precavidos llevan tiempo orientando sus esfuerzos hacia energías más “democráticas”, pues además de ser ilimitadas y limpias, están en todas partes. De todas ellas quiero centrarme ahora especialmente en una.
“Vuela sin alas. Silba sin boca. Azota sin manos. Y tú ni lo ves ni lo tocas”.
¿Cuál?... Sí, el viento.
Muchas veces las mejores soluciones para el futuro vienen del pasado.
Nos sorprenden los nuevos artilugios inventados para el aprovechamiento del viento, ¡qué modernos nos parecen!, pero en la mayoría de los casos no son más que rediseños optimizando lo que hemos utilizado desde siempre.
Otras soluciones que nos pueden resultar innovadoras, han sido inventadas, probadas y utilizadas desde principios del siglo pasado, con reapariciones puntuales en momentos de crisis energética. Quizás con la nueva crisis, este sistema tenga una nueva oportunidad.
Es el caso de Herr Anton Flettner, famoso físico alemán, que había experimentado con velas metálicas que aumentaban la eficiencia del buque en un 50%, pero que mejoró con las velas rotatorias. Estas se originaron en el "Efecto Magnus", visto en el siglo XVII con respecto al vuelo de las balas de cañón, por Heinrich Magnus.
Para demostrar la factibilidad de este sistema, en 1926 Flettner le quitó a la nave "Buckau", de 52 metros de eslora, sus palos y velamen y le colocó dos rotores de 18 m de altura y 2,7 m. de diámetro. Todo el sistema pesaba sólo 7 toneladas, comparado con las 35 toneladas de todo el sistema de mástiles y velas.
Flettner corrió una carrera contra el velero gemelo Anon, de Danzig a Leith con una carga de madera. Aunque el viento fue en un momento tan fuerte que se debieron parar los rotores, el Buckau ganó. Debido a este éxito, el Ministerio de Transporte de la Armada Alemana, a través de la Hamburg-Amerika Line, ordenó la construcción de diez buques-rotor, aunque sólo uno, el "Bárbara" de 92 m. de eslora, fue construido. El Bárbara llevaba 3.000 tons. de carga y algunos pasajeros, operando entre Hamburgo e Italia durante seis años.
Aunque el buque había demostrado su factibilidad y valor, el muy bajo precio del petróleo y su abundancia lo condenaron a sólo un éxito teórico.
Durante la crisis del petróleo en la década de los 70´, la idea fue rejuvenecida por un grupo de compañías comerciales y fundaciones, la más conocida de ellas fue la Sociedad Cousteau, con sus barcos rotor "Moulin á Vent" y "Alcyone".
Desde 1980 los grupos de estudio de esta sociedad han mejorado los conceptos de propulsión económica de buques, usando el viento como una fuente de energía suplementaria. Este sistema revolucionario, llamado turbosail y basado en los principios de Flettner obtienen un ahorro de combustible cercano al 35%.
La Sociedad Cousteau también tiene en proyecto la construcción del Calypso II, que será un buque con un solo rotor, Llamado "Vigía del Planeta".
Hoy día van dándose a conocer otras iniciativas en la línea de apoyarse en la ayuda del viento para reducir consumos, abaratar costes en el transporte marítimo y por tanto también bajar los niveles de emisión de CO2 a la atmósfera.
Recientes pruebas trasatlánticas corroboran con éxito lo dicho, como el caso del Beluga Skysails, un carguero de la empresa Beluga Projects que es impulsado en parte por el viento gracias al uso de un ala/cometa de 160 m2 que se eleva 132 metros por sobre la embarcación. En cuyo viaje de 11.952 millas náuticas realizado entre los puertos de Hamburgo, Alemania; Guanta, Venezuela y Mo-I-Rana, Noruega, se comprobó que el consumo de combustible del Beluga Skysails se redujo en un 20%, lo que significó hasta 1000 a 1300 euros diarios de ahorro en petróleo y menos emisiones de CO2
(como se expone en el blog “Mis Cosas”)
El blog “El mar és el camí”, cuya última entrada “Vuelven los barcos mercantes de vela”, me ha impulsado a mí a subir esta y que también nos habla del tema. Entre otros del ejemplo de la empresa Fairtransport que trabaja en proyectos de esta índole, con soluciones evolucionadas de la tradicional marina mercante a vela.
Pero mientras estos proyectos se hacen realidad, esta misma empresa Fairtransport (como también nos muestra el blog “El mar, que gran tema para hablar…”) y otras como la francesa “Compagnie de Transport Maritime á la Voile” (CMTV) con el proyecto “Fair Wind Wine” o el proyecto californiano “Wine by Sail”, están retornando directamente al empleo de históricos buques a vela para el transporte de productos del comercio justo y ecológicos, como vino y aceite.
En el caso de la primera, con el bergantín de dos palos “Tres Hombres” construido artesanalmente en 2009, o el queche “Bessy Ellen” y en el caso de la CMTV con el “Belen”, un tres palos de 1896.
Estas iniciativas vuelven a ser competitivas en cuanto a velocidades gracias a la tendencia y práctica actual de algunas navieras, a causa de la crisis, de bajar las velocidades de navegación de sus buques mercantes aproximadamente la mitad de la velocidad habitual, con lo que el consumo de combustible cae entre 100 y 150 toneladas de fuel al día en lugar de las normales 350. Eso significa que en el flete los navieros se ahorran unos 5.000 dólares la hora.
“La estrategia ahora consiste en ralentizar la marcha todo lo que sea posible”, comenta Christian Hagart, primer oficial del Eugen Maersk.
Pero reduciendo aún más los costes y mucho más las emisiones de CO2.
Y esto ocurre ahora, cuando el precio del combustible es aún “barato”.
¿Volveremos entonces a ver grandes barcos de vela surcando los mares?
Es muy posible y deseo que sí, en cualquier caso, los que actualmente navegamos a vela podríamos considerar que estamos en una de las vanguardias en cuanto al empleo de energías limpias y renovables… ;-)
El reinado de los países (empresas) que poseen yacimientos de gas y petróleo está condenado a desaparecer.
Los más precavidos llevan tiempo orientando sus esfuerzos hacia energías más “democráticas”, pues además de ser ilimitadas y limpias, están en todas partes. De todas ellas quiero centrarme ahora especialmente en una.
“Vuela sin alas. Silba sin boca. Azota sin manos. Y tú ni lo ves ni lo tocas”.
¿Cuál?... Sí, el viento.
Muchas veces las mejores soluciones para el futuro vienen del pasado.
Nos sorprenden los nuevos artilugios inventados para el aprovechamiento del viento, ¡qué modernos nos parecen!, pero en la mayoría de los casos no son más que rediseños optimizando lo que hemos utilizado desde siempre.
Otras soluciones que nos pueden resultar innovadoras, han sido inventadas, probadas y utilizadas desde principios del siglo pasado, con reapariciones puntuales en momentos de crisis energética. Quizás con la nueva crisis, este sistema tenga una nueva oportunidad.
Es el caso de Herr Anton Flettner, famoso físico alemán, que había experimentado con velas metálicas que aumentaban la eficiencia del buque en un 50%, pero que mejoró con las velas rotatorias. Estas se originaron en el "Efecto Magnus", visto en el siglo XVII con respecto al vuelo de las balas de cañón, por Heinrich Magnus.
Para demostrar la factibilidad de este sistema, en 1926 Flettner le quitó a la nave "Buckau", de 52 metros de eslora, sus palos y velamen y le colocó dos rotores de 18 m de altura y 2,7 m. de diámetro. Todo el sistema pesaba sólo 7 toneladas, comparado con las 35 toneladas de todo el sistema de mástiles y velas.
Flettner corrió una carrera contra el velero gemelo Anon, de Danzig a Leith con una carga de madera. Aunque el viento fue en un momento tan fuerte que se debieron parar los rotores, el Buckau ganó. Debido a este éxito, el Ministerio de Transporte de la Armada Alemana, a través de la Hamburg-Amerika Line, ordenó la construcción de diez buques-rotor, aunque sólo uno, el "Bárbara" de 92 m. de eslora, fue construido. El Bárbara llevaba 3.000 tons. de carga y algunos pasajeros, operando entre Hamburgo e Italia durante seis años.
Aunque el buque había demostrado su factibilidad y valor, el muy bajo precio del petróleo y su abundancia lo condenaron a sólo un éxito teórico.
Durante la crisis del petróleo en la década de los 70´, la idea fue rejuvenecida por un grupo de compañías comerciales y fundaciones, la más conocida de ellas fue la Sociedad Cousteau, con sus barcos rotor "Moulin á Vent" y "Alcyone".
Desde 1980 los grupos de estudio de esta sociedad han mejorado los conceptos de propulsión económica de buques, usando el viento como una fuente de energía suplementaria. Este sistema revolucionario, llamado turbosail y basado en los principios de Flettner obtienen un ahorro de combustible cercano al 35%.
La Sociedad Cousteau también tiene en proyecto la construcción del Calypso II, que será un buque con un solo rotor, Llamado "Vigía del Planeta".
Hoy día van dándose a conocer otras iniciativas en la línea de apoyarse en la ayuda del viento para reducir consumos, abaratar costes en el transporte marítimo y por tanto también bajar los niveles de emisión de CO2 a la atmósfera.
Recientes pruebas trasatlánticas corroboran con éxito lo dicho, como el caso del Beluga Skysails, un carguero de la empresa Beluga Projects que es impulsado en parte por el viento gracias al uso de un ala/cometa de 160 m2 que se eleva 132 metros por sobre la embarcación. En cuyo viaje de 11.952 millas náuticas realizado entre los puertos de Hamburgo, Alemania; Guanta, Venezuela y Mo-I-Rana, Noruega, se comprobó que el consumo de combustible del Beluga Skysails se redujo en un 20%, lo que significó hasta 1000 a 1300 euros diarios de ahorro en petróleo y menos emisiones de CO2
(como se expone en el blog “Mis Cosas”)
El blog “El mar és el camí”, cuya última entrada “Vuelven los barcos mercantes de vela”, me ha impulsado a mí a subir esta y que también nos habla del tema. Entre otros del ejemplo de la empresa Fairtransport que trabaja en proyectos de esta índole, con soluciones evolucionadas de la tradicional marina mercante a vela.
Pero mientras estos proyectos se hacen realidad, esta misma empresa Fairtransport (como también nos muestra el blog “El mar, que gran tema para hablar…”) y otras como la francesa “Compagnie de Transport Maritime á la Voile” (CMTV) con el proyecto “Fair Wind Wine” o el proyecto californiano “Wine by Sail”, están retornando directamente al empleo de históricos buques a vela para el transporte de productos del comercio justo y ecológicos, como vino y aceite.
En el caso de la primera, con el bergantín de dos palos “Tres Hombres” construido artesanalmente en 2009, o el queche “Bessy Ellen” y en el caso de la CMTV con el “Belen”, un tres palos de 1896.
Estas iniciativas vuelven a ser competitivas en cuanto a velocidades gracias a la tendencia y práctica actual de algunas navieras, a causa de la crisis, de bajar las velocidades de navegación de sus buques mercantes aproximadamente la mitad de la velocidad habitual, con lo que el consumo de combustible cae entre 100 y 150 toneladas de fuel al día en lugar de las normales 350. Eso significa que en el flete los navieros se ahorran unos 5.000 dólares la hora.
“La estrategia ahora consiste en ralentizar la marcha todo lo que sea posible”, comenta Christian Hagart, primer oficial del Eugen Maersk.
Pero reduciendo aún más los costes y mucho más las emisiones de CO2.
Y esto ocurre ahora, cuando el precio del combustible es aún “barato”.
¿Volveremos entonces a ver grandes barcos de vela surcando los mares?
Es muy posible y deseo que sí, en cualquier caso, los que actualmente navegamos a vela podríamos considerar que estamos en una de las vanguardias en cuanto al empleo de energías limpias y renovables… ;-)
martes, 7 de diciembre de 2010
DESPLASTIFICAR EL MAR
Es evidente que generamos enormes cantidades de basura en nuestra vida cotidiana, gran parte de la cual está constituida por plásticos. El plástico, en cualquiera de sus modalidades, está presente prácticamente en todos los ámbitos de nuestra vida.
Desde que en 1869 John Hyatt inventara el celuloide para sustituir el marfil de las bolas de billar, o en 1907 Leo Hendrik Baekelan inventara la baquelita, el plástico ha evolucionado en gran cantidad de combinaciones químicas hasta ser uno de los compuestos más presentes en la industria, aplicado en montones de productos ya normales en nuestro día a día.
Las grandes multinacionales químicas nos lo venden como la panacea universal, pero no mencionan los problemas que ocasiona, es más, siempre hacen referencia a un supuesto beneficio medioambiental (¿?).
Dime de qué presumes y te diré de que careces.
Como ocurrió con otros grandes inventos de la humanidad, no se tuvieron en cuenta sus efectos residuales a largo plazo, lo que nos está ocasionando un problema de igual o mayor calibre que su utilidad.
Nos ha llevado a la sociedad de lo desechable, pero sus desechos son casi imposibles de eliminar, algo que unido a la ingente cantidad de productos elaborados con este material en una sociedad superconsumista, nos ocasiona un gran problema que va a más.
Es cierto que una de sus cualidades es que se puede reciclar, pero aún no estamos suficientemente concienciados en el problema y se recicla una cantidad infinitamente menor a la que se produce. Además, a la vista de la realidad, se puede decir, en general, que las sociedades industrializadas o en vías de desarrollo somos unos auténticos “cerdos” que sufrimos una especie de sindrome de Diógenes a escala planetaria.
El mar es uno de los principales “vertederos” en donde acaban muchos de estos desechos plásticos, como ya he comentado en otras ocasiones.
http://nautijorge.blogspot.com/2009/02/basura-en-el-mar.html
Algo que nos afecta directamente, pero que sobre todo está afectando a la vida animal de los océanos.
Recomiendo echar un vistazo a esta entrada de Giovanna Draghi y Mette Menting, en el blog de Equatik, ilustrada con un bonito video de animación.
http://www.equatik.com/blog/articulos/oceano-sintetico.html
Navegando o simplemente dando un paseo por nuestras costas y playas somos testigos de la gran cantidad de basura plástica que cada día nos devuelve el mar.
Esta imagen la realicé ayer durante un corto paseo por una de las playas de mi zona.
Así que creo que no debemos esperar a que las instituciones o administración hagan algo, que también deberíamos presionarlas en este sentido, ya que individualmente podemos contribuir simplemente con que cada vez que paseemos por nuestro litoral llevemos un par de bolsas y las llenemos con la basura plástica que nos vayamos encontrando, para tirarlas en un contenedor de reciclaje.
Es entretenido, se hace ejercicio y contribuiremos a retirar lo que el mar nos vomita de vuelta. “Grano no hace granero, pero…”
Desde que en 1869 John Hyatt inventara el celuloide para sustituir el marfil de las bolas de billar, o en 1907 Leo Hendrik Baekelan inventara la baquelita, el plástico ha evolucionado en gran cantidad de combinaciones químicas hasta ser uno de los compuestos más presentes en la industria, aplicado en montones de productos ya normales en nuestro día a día.
Las grandes multinacionales químicas nos lo venden como la panacea universal, pero no mencionan los problemas que ocasiona, es más, siempre hacen referencia a un supuesto beneficio medioambiental (¿?).
Dime de qué presumes y te diré de que careces.
Como ocurrió con otros grandes inventos de la humanidad, no se tuvieron en cuenta sus efectos residuales a largo plazo, lo que nos está ocasionando un problema de igual o mayor calibre que su utilidad.
Nos ha llevado a la sociedad de lo desechable, pero sus desechos son casi imposibles de eliminar, algo que unido a la ingente cantidad de productos elaborados con este material en una sociedad superconsumista, nos ocasiona un gran problema que va a más.
Es cierto que una de sus cualidades es que se puede reciclar, pero aún no estamos suficientemente concienciados en el problema y se recicla una cantidad infinitamente menor a la que se produce. Además, a la vista de la realidad, se puede decir, en general, que las sociedades industrializadas o en vías de desarrollo somos unos auténticos “cerdos” que sufrimos una especie de sindrome de Diógenes a escala planetaria.
El mar es uno de los principales “vertederos” en donde acaban muchos de estos desechos plásticos, como ya he comentado en otras ocasiones.
http://nautijorge.blogspot.com/2009/02/basura-en-el-mar.html
Algo que nos afecta directamente, pero que sobre todo está afectando a la vida animal de los océanos.
Recomiendo echar un vistazo a esta entrada de Giovanna Draghi y Mette Menting, en el blog de Equatik, ilustrada con un bonito video de animación.
http://www.equatik.com/blog/articulos/oceano-sintetico.html
Navegando o simplemente dando un paseo por nuestras costas y playas somos testigos de la gran cantidad de basura plástica que cada día nos devuelve el mar.
Esta imagen la realicé ayer durante un corto paseo por una de las playas de mi zona.
Así que creo que no debemos esperar a que las instituciones o administración hagan algo, que también deberíamos presionarlas en este sentido, ya que individualmente podemos contribuir simplemente con que cada vez que paseemos por nuestro litoral llevemos un par de bolsas y las llenemos con la basura plástica que nos vayamos encontrando, para tirarlas en un contenedor de reciclaje.
Es entretenido, se hace ejercicio y contribuiremos a retirar lo que el mar nos vomita de vuelta. “Grano no hace granero, pero…”
lunes, 6 de diciembre de 2010
NAVEGANDO ENTRE AMIGOS
No aguantaba más sin sentir el salitre en la cara, el cuerpo me pedía navegar y qué mejor que hacerlo con un grupo de amigos que salen todos los sábados, caiga lo que caiga.
Salimos casi el doble de la dotación que necesita el barco, pero el viento más bien fuerte lo permitía. Aún así, a pesar del sobrepeso, navegando con gennaker rozamos los 12 nudos de velocidad. No está nada mal para un barco de 8 metros. .
Salimos casi el doble de la dotación que necesita el barco, pero el viento más bien fuerte lo permitía. Aún así, a pesar del sobrepeso, navegando con gennaker rozamos los 12 nudos de velocidad. No está nada mal para un barco de 8 metros. .
viernes, 3 de diciembre de 2010
CATAVENTOS, ESCOLA DE VELA
La pasada primavera tuve ocasión de conocer a una pareja que tienen una escuela de vela en Corcubión, cerca del mítico Cabo Fisterra. Muy buena gente que se dedica a enseñar y difundir el arte de la navegación a vela a niños y adultos allí donde el viento y la mar no se suelen andar con chiquitas…
¿Por qué es tan bueno enseñar a desenvolverse en el mar a los más jóvenes?
Primero porque es divertido y saludable desarrollar una actividad deportiva en un entorno que nos debería ser más familiar. Pero además, la navegación a vela, remo o como sea, nos enseña a valernos por nosotros mismos a la vez que a actuar en equipo. Como suele decirse, la mar forja el carácter, algo de lo que cada vez andamos más necesitados en la vida cotidiana. Nos ayuda también a conocer mejor nuestro entorno natural y por tanto a cuidarlo.
¿Qué más se puede pedir?
La navegación a vela requiere el conocimiento de una técnica y del medio, lo que incluye algo de física, de oceanografía, geografía, meteorología, incluso si profundizamos más en el tema, de matemáticas. Herramientas cuyo conocimiento puede llegar a culminar en un arte, con todo lo que conlleva de creatividad e intuición. ¿Suena grandilocuente?, quizá, pero así es.
En la escuela de vela Cataventos (http://www.cataventos.net/) cuentan con los medios que buenamente pueden, aumentando su flota con buenas dosis de ingenio y trabajo, desde distintos tipos de embarcaciones de vela ligera, hasta un par de unidades para iniciarse en la vela de crucero, de las que destacaría el “le monstre”, un viejo mini de regatas oceánicas muy divertido que aguanta lo que le echen.
La ubicación de la escuela, en plena “Costa da Morte”, permite navegar tanto dentro de la protección y seguridad de la Ría de Corcubión, como si se quiere buscar condiciones más duras en las aguas de Fisterra.
Empezaron poco a poco, pero espero que lleguen tan alto como la mítica escuela de vela de Les Glénans, cerca del finisterre francés en las costas de Bretaña.
En cualquier caso, por lo que se ve, los chavales se lo pasan bomba, y es como creo se debe empezar, divirtiéndose.
¿Por qué es tan bueno enseñar a desenvolverse en el mar a los más jóvenes?
Primero porque es divertido y saludable desarrollar una actividad deportiva en un entorno que nos debería ser más familiar. Pero además, la navegación a vela, remo o como sea, nos enseña a valernos por nosotros mismos a la vez que a actuar en equipo. Como suele decirse, la mar forja el carácter, algo de lo que cada vez andamos más necesitados en la vida cotidiana. Nos ayuda también a conocer mejor nuestro entorno natural y por tanto a cuidarlo.
¿Qué más se puede pedir?
La navegación a vela requiere el conocimiento de una técnica y del medio, lo que incluye algo de física, de oceanografía, geografía, meteorología, incluso si profundizamos más en el tema, de matemáticas. Herramientas cuyo conocimiento puede llegar a culminar en un arte, con todo lo que conlleva de creatividad e intuición. ¿Suena grandilocuente?, quizá, pero así es.
En la escuela de vela Cataventos (http://www.cataventos.net/) cuentan con los medios que buenamente pueden, aumentando su flota con buenas dosis de ingenio y trabajo, desde distintos tipos de embarcaciones de vela ligera, hasta un par de unidades para iniciarse en la vela de crucero, de las que destacaría el “le monstre”, un viejo mini de regatas oceánicas muy divertido que aguanta lo que le echen.
La ubicación de la escuela, en plena “Costa da Morte”, permite navegar tanto dentro de la protección y seguridad de la Ría de Corcubión, como si se quiere buscar condiciones más duras en las aguas de Fisterra.
Empezaron poco a poco, pero espero que lleguen tan alto como la mítica escuela de vela de Les Glénans, cerca del finisterre francés en las costas de Bretaña.
En cualquier caso, por lo que se ve, los chavales se lo pasan bomba, y es como creo se debe empezar, divirtiéndose.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)