viernes, 27 de abril de 2007

En contra y a favor de la America´s Cup

Ya sea la Louis Vuitton o su fin último, la Copa del América, es un circo que atufa más a pasta que una tratoría… a élite, a VIP, a prensa rosa…, en la que más posibilidades tiene quien más dinero dilapida.
Sólo ver las cifras que “declaran” haber invertido tanto defensores como desafiantes suena escandaloso; entre estos últimos:
BMW-ORACLE: 110 millones de Euros
LUNA ROSSA-PRADA: 90 millones de Euros
EMIRATES-TEAM NEW ZEALAND: 70 millones de Euros
DESAFIO ESPAÑOL-IBERDROLA: 60 millones de Euros
Curiosamente los cuatro máximos aspirantes a llegar a las semifinales de la Louis Vuitton. El resto son los “pobres”.
Un circo que en mi opinión ha perdido la esencia original de esta competición, en donde tanto los medios técnicos y materiales como humanos debían pertenecer al país desafiante, o defensor en su caso.
Donde el defensor no conocía al desafiante hasta su encuentro en la final de la Copa del América propiamente dicha.
Ahora el “Defender” compite con los “Challenger” desde el principio y hasta el acto 13. Se hacen numerosas regatas de flota en pos del espectáculo, cuando la esencia de la America´s Cup es el “Match Race”. Los Sindicatos fichan a su patrón, tripulación y equipo técnico de aquí y allá al más puro estilo futbolero de los “galácticos”. De forma que podría ganar la copa un barco norte americano, patroneado por un neozelandés, con tripulantes de 16 países diferentes y esponsorizado por alemanes. Los barcos se construyen apurándolos al límite de su resistencia, de manera que sólo se puede regatear habiendo entre 8 y 20 nudos (25 si les pilla ya navegando), a partir de ahí, se rompen.
Pero no todo es malo en la America´s Cup. En honor a la verdad hay que decir que representa la cúspide de las regatas en cuanto a la táctica e investigación de materiales, permitiéndonos disfrutar de unos emocionantes enfrentamientos “a cara de perro”, al máximo nivel, entre unos espectaculares barcos que da gusto ver navegar y maniobrar. Paradógicamente, tratándose del trofeo deportivo más antiguo del mundo, parece que en España mucha gente está empezando a descubrirlo y a asomarse a él ahora. Y eso que desde el 92, cuando nuestro país entró en este circo, y en cada edición hasta hoy, televisión española se esforzó en mostrárnoslo y explicar cada una de las veces en qué consistía (eso sí, a unas horas…). Quién concebiría que cada vez que se retransmitiese un mundial de fútbol nos explicasen lo que es un corner y un fuera de juego… Pero esto es España, un país con más kilómetros de costa que tradición náutica. Ya le gustaría a nuestra selección de fútbol cosechar ni la mitad de los éxitos de los que nos ha dado la vela.
De todas formas, a golpe de fiestas, jet-set, papel couché y programas de corazón, flaco favor se le está haciendo a este deporte, que lo es.
Aunque, pensándolo bien, a quién le interesa que nuestros mares se llenen de gente… a mi no, desde luego, prefiero que se sigan concentrando en los estadios y frente al televisor.

jueves, 26 de abril de 2007

Amigos y regatistas

Antiguos compañeros de navegación, con la mayoría de los cuales he compartido barcos, millas y con todos amistad. Algunos están ahora, y desde hace tiempo, en lo más alto del mundo de las regatas a vela. Un sueño común que ellos han hecho realidad, otros, por “Hs” o por “Bs” hemos derivado en otra dirección.
Podría parecer que presumo de amigos… pues sí. Sus logros me alegran y enorgullecen, además de tener toda mi admiración. Envidia, no mucha, pues esos niveles de competición son muy estresantes, y eso no va conmigo ;-)
Entre ellos destacar a:
“Chuny” Bermúdez de Castro, un auténtico “monstruo” que ya despuntó desde muy jovencito en la clase Snipe, pero que desde entonces no ha hecho más que engrosar su currículo al más alto nivel, entre otras muchas cosas, con sus campañas al mando del “Caixa Galicia”, pre-olímpico en clase Star, dos Louis Vuitton Cup y tres Regata Vuelta al Mundo a bordo del “Galicia´93-Pescanova” (3º), “Assa Abloy” (2º), y “Brasil 1” (3º).
Pep Ribes, entusiasta y trabajador contagioso, especialista en composites y uno de los mejores proa, con dos Louis Vuitton Cup en sus espaldas, con el “Bravo España” y recientemente fichado por el desafío sueco “Victory Challenge”, además de dos Volvo Ocean Races como proa del “Amer Sports One” con Gran Dalton y del malogrado “Movistar” con Bouwe Bekking.
Un muy buen tío, a pesar de su olor de pies ;-) (espero que no le parezca mal).
Gabri de Llano, alias “Patxi”, enorme tanto en fortaleza como bondad, también pre-olímpico en clase Star y grinder en dos ediciones de la Louis Vuitton Cup, formando parte actualmente del desafío español para la America´s Cup. Javier de la Gándara, apodado “el ruso” por su dureza durante la Withbread 89-90 como patrón del maxi “Fortuna Extra Lights”, antes de la cual ya había participado en una Transat (a dos) junto con José Mª Lastra a bordo de un catamarán, y posteriormente patrón del W60 "Galicia ´93-Pescanova" en la Withbread Round the World Race 93-94, donde quedó 3º.
El hombre tranquilo ;-) Y aunque hay más, algunos de los cuales en el saco de “conocidos”…
“Chapeau” para todos ellos que han llegado donde querían, a lo más alto.

martes, 24 de abril de 2007

Pagando por sufrir...

Otra buena forma de dar la vuelta al mundo en regata es pagando un buen dinero por embarcar a bordo de uno de los barcos de la BT Global Challenge.
Lo "bueno" es que se hace la circunnavegación en sentido contrario al de los vientos dominantes, que son en dirección Oeste-Este. Así que sin duda no te salva nadie de ceñir a lo bestia durante un montón de millas y días.
Pago por navegar... pero qué bien, cuanto sufro!!!
Sin duda toda una experiencia. ;-) Y como se suele decir... para muestra, un botón.

lunes, 23 de abril de 2007

23 de Abril

Día en que San Jorge sale a la caza de "Dragones Marinos"... ;-)
¡¡¡FELICITATS ALS HOMÓNIMS!!!

"Com mana la tradició,
un llibre i una rosa vermella..."

Brasil 1 Volvo Ocean race

Un barco en el que participaba un amigo, en esta última edición de la Volvo Ocean Race, junto al "sailmonster" Torben.

La "Samba" del Brasil 1 ;-)

Si es que van como locos...!!!

Sube el volumen, dale al Play y a disfrutar...

Si es que van como locos...!!!

viernes, 20 de abril de 2007

Un buen fin de semana de navegación

A iniciativa de un foro náutico se organizó una salida de fin de semana para disfrutar de una estupenda navegación por las Rías Altas gallegas, en concreto por la Ría de Ares-Sada y hasta la recogida Ría de Cedeira.Algunos llegaron al barco, un Bavaria 44, la noche del viernes, el resto de la tripulación lo hizo a primera hora del día siguiente. Después de meter algo en la despensa, la nevera y llenar los depósitos ya estábamos listos para zarpar.



El sábado amaneció con una bruma cerrada que poco a poco fue abriendo. El viento NE, por el contrario, empezó soplando con timidez y arreciando hasta los 20 nudos ya fuera de la ría. Eso sí, siempre de proa, por lo que tuvimos que ir dando bordos de ceñida, ya desde la salida de la ría, y durante ocho horas en nuestro ascenso por la costa hasta la Ría de Cedeira, a unas 30 millas hacia el N.Por suerte la mar no llegó del todo a convertirse en marejada, pero casi.Mientras ceñíamos escorados nos cruzamos con varios veleros que participaban en una regata "a dos", bajando en popa y que sin duda nos miraban con la sorna que produce el ir navegando cómodamente a favor del viento mientras otros remontan penosamente en contra. La misma sonrisa que debió esbozar el comandante de una fragata de la Armada mientras decidía desde el puente si nos cruzaba por proa o por popa. A dicho comandante le diría que tenga más cuidado al afeitarse, pues se le veía una tirita en la mejilla ;-) Al principio los turnos al timón se prolongaron, sin duda debido a alguna sustancia resinosa en la rueda que hace que sea difícil de soltar ;-), o quizá porque aún había que cogerle la medida al barco y con 20 nudos infundía algún respeto, que afortunadamente se le perdió el segundo día. De todas formas cuatro fueron los timoneles que nos llevaron con mano firme el sábado. Todos, en cambio, nos condujeron el domingo. De ninguno el barco se quejó. ;-)
Sin más novedad entrábamos, a última hora de la tarde, en la escondida Ría de Cedeira y poco después abarloábamos a un pesquero amarrado en el puerto, a un paseo del pueblo. Pero pasear siempre sienta bien tras ocho horas de ceñida, sobre todo si luego te espera una pequeña degustación de "bichos marinos" varios, desde tiburón hasta pulpo, regados con un poco de albariño.
El domingo amaneció un día aún mejor. Desayuno a bordo, un poco de charla con práctica del "nudo del argentino" incluida, una vueltecita por los alrededores para desentumecer los músculos y a eso de las once estábamos embocando la salida de la ría, hasta abandonar el socaire de los montes y conectar con un Nordeste madrugador que en algún momento llegó a los 28 nudos, pero que en popa se llevan mucho mejor.




Al salir de la ría, una vez superados los bajos que la franquean por el Sur, navegamos a un largo con el viento a 120º por la aleta, rumbo que nos fue metiendo mar adentro hasta que trasluchamos para volver a acercarnos a la costa. Aún así tuvimos que ponernos durante un rato a orejas de burro (sin atangonar el génova) para librar el Cabo Prior, lo que supuso una prueba de pericia para nuestros timoneles.
Prueba ampliamente superada con éxito, pues no es fácil mantener el barco equilibrado en popa cerrada con viento y algo de mar.Como es lógico, en un grupo heterogéneo, hubo distintos grados de sensibilidad al timón, tanto en ceñida como en popa, pero todos pasaron por la rueda, y dadas las condiciones, he de decir que con gran habilidad.
Debido al rumbo y a la velocidad, y a diferencia del día anterior, pronto estuvimos a la altura del Cabo Prioriño, orzando para adentrarnos de nuevo en la Ría de Ares-Sada, a cuyo resguardo amainó la mar y el viento, deslizándonos a rumbo directo hacia el puerto de partida en una agradable navegación, donde poco antes de llegar fuimos recibidos por un comité de bienvenida formado por una manada de delfines mulares, algo dispersos debido a que tenían que dividir sus atenciones entre tres barcos, pero que de todas formas fue muy de agradecer como colofón de un buen fin de semana de navegación.
Por mi parte también agradezco a la tripulación el haberse desplazado hasta aquí para compartir estas singladuras, demostrando que Madrid se está convirtiendo en cuna de navegantes, habiendo sumado más horas de navegación en nuestro haber. Todo un placer.

jueves, 19 de abril de 2007

Latitud 55º 59´S / Longitud 67º 16´W.

CABO DE HORNOS
El legendario Cabo de las tormentas, mito e infierno de tantos navegantes desde la época en que era ruta de los Clippers hasta hoy.



El brazo de tierra más meridional del planeta que se interna más allá de los “40 rugientes”, al Sur del cual sólo se encuentra la Antártida, separada de este por el Pasaje de Drake. (sin contar, tampoco, las Islas de Diego Ramirez).
Zona en la que los vientos dominantes, generalmente fuertes, soplan del Oeste formando olas que dan la vuelta al mundo sin encontrar obstáculo, hasta que se topan, desde el Pacífico, con la corta plataforma continental. Si a esto le sumamos el efecto contrario de la corriente, hace que la mar llegue a arbolar en olas gigantes, a veces hasta de más de 30 metros. Siendo además, con frecuencia, punto de reunión de borrascas. En fin, el típico lugar de veraneo ;-)









Hoy día es paso habitual de alguna de las grandes regatas a vela, hito que aún se celebra con alborozo y con el que poco a poco sigue aumentando el número de “caphorniers” que adquieren el derecho de colgarse un pendiente en la oreja, junto al de, como marca la tradición, orinar a barlovento. Estas latitudes son el hogar del Albatros, ave talásica que también según la tradición marinera, representa el alma de los navegantes que murieron en el intento de cruzar el Cabo de Hornos, donde en honor de los cuales hoy se erige un monumento alegorico.











Quizá esas leyendas e Historia que lo envuelven sean el imán, a pesar de todo, que haga que a mí, como a tantos otros, nos siga atrayendo, aunque sólo sea la idea de navegar algún día guiados por la luz del Faro del fin del mundo.


miércoles, 18 de abril de 2007

Y van tropecientas

Pues sí, hace tiempo que perdí la cuenta de las veces que he bajado y subido a lo largo de la “Costa da Morte”… y no me canso de doblar una y otra vez sus cabos, evitar sus piedras o cruzar sus rías, solo o acompañado, como esta última vez en que de nuevo me acompañó mi hermano, que a falta de piloto automático bien está… ;-)
(es broma, macho.) Como es menester aprovechamos un Nordestito para bajar un coqueto Bavaria 30, del que destacaría su habitabilidad y velocidad para tratarse de un crucero de 9,45 m., con el que tardamos 20 horas en hacer unas 120 millas. No está nada mal.
Entre pitos y flautas, como siempre, salimos del Puerto de Sada a medio día con poquito viento, entablándose más tarde en 18-20 nudos de popa. El recorrido, como tantas otras veces: Islas Sisargas por dentro, Punta Nariga, El Roncudo, Cabo Vilán, Cabo Touriñán, al través del cual anocheció. Después Fisterra, Corrubedo, Islas de Ons y Onza por fuera y meterse en la Ría de Vigo por el Canal Norte, entre Cabo Home y las Islas Cíes, amaneciendo ya en la ría y llegando al R.C.N. de Vigo a las 08:00h.
Tranquiliza, ver pasar por encima, aunque sólo sea de vez en cuando y en simulacros, al helicóptero del S.A.R. Si las cosas se pusieran verdaderamente feas, se la jugarían por tí. Espero no tener que necesitarlos núnca. Ya bastante trabajo tienen. Lo malo de hacer esta ruta en días de diario son los pesqueros, auténticos dueños del mar, por derecho o no, y sus aparejos, con los que minan la costa, señalizándolos casi siempre, por no decir siempre, de forma nada ortodoxa. Así que es habitual encontrarse palangres o nasas señalizadas con botes de lejía descoloridos por boyas. Unas veces medio hundidas, otras en cambio en el extremo de metros de cabo flotante, prácticamente imposibles de ver, convirtiendo la navegación litoral en una lotería, sobre todo de noche, siendo más grave yendo a motor. Motivo por el cual conviene llevar siempre a bordo un neopreno, gafas de bucear, linterna sumergible y un buen cuchillo. El agua está fresquita por aquí.






Afortunadamente, en esta travesía poco usamos el motor y no cogimos ninguno, pero de todas formas ahí están. Creo que les saldría más económico señalizarlos convenientemente antes que perder tantos aparejos como deben perder por causa de las hélices y los cuchillos. Tampoco entiendo por qué, estando reglamentado, no les obligan a cumplirlo. Mientras tanto, por mi parte no lo dudo dos veces, aparejo que enganche con la hélice, aparejo que tendré que picar.
¡“Pobriños mariñeiros”!...

martes, 17 de abril de 2007

CON SABOR A MAR...

En unos días en los que el mar está cada vez más lleno de plástico, y no me refiero a la basura, que también y mucha, sino a los barcos, con su olor a fibra. Lleno de ruidosas motos acuáticas o afiladas motoras de diseño y cubiertas forradas de colchonetas con olor a bronceador.
Unos días en que las marinas cada vez son más asépticas, protegidas de los coches por barreras automáticas y del mar por espigones de bloques de hormigón. Con sus restaurantes de moda y terrazas llenas de sombrillas donde se escuchan conversaciones sobre titulaciones, modelos y precios.
En los que los faros están automatizados y las sirenas son de gas en botes desechables.
Parece que se está perdiendo ese halo marinero, romántico sin duda, de olor a madera embreada y agua salada, del sonido de las velas de lona al flamear, del rechinar de cabos de cáñamo o esparto al tensarse, de los cantos insondables de ballenas, del crujir de las tablas de cubierta o del sonido de las campanas de bronce en la niebla… La imagen estereotipada del farero ermitaño que cada noche enciende puntual su faro, o de las tabernas portuarias con sus metopas de viejos barcos en las paredes, con olor a cerveza agria y tabaco de pipa, donde se podían escuchar viejas historias de naufragios y de mar.




Si Melville, Conrad, Poe o London levantaran la cabeza…
En estos días que corren, y pecando de romántico soñador, se echan de menos, quizá aún sin haberlas vivido, todas esas cosas, esas imágenes, esos sonidos y olores con sabor a mar.