domingo, 25 de diciembre de 2011

VELAS y VELEROS

La imagen de un velero navegando con sus velas desplegadas al viento, con sus múltiples formas para diferentes tipos de aparejos, es algo práctico, pero no por ello exento de belleza, más bien al contrario.
Una atracción que no sé explicar, aunque tampoco necesito hacerlo, me basta con disfrutarlo.
Me maravilla el hecho de que un barco pueda propulsarse por el viento, más aún cuando el casco tiene bonitas líneas y el aparejo es proporcionado y equilibrado, tenso bajo las curvas de sus velas llenas. Deslizándose suavemente sobre aguas tranquilas o embistiendo con fuerza las olas. Una sensación cercana a la potencia de un caballo al galope o a la del vuelo elegante de un albatros con sus alas extendidas.
Como dijo el maestro: …
” el que no comprenda que un velero es un ser vivo, no entenderá jamás nada de la mar ni de los barcos”.














Acuarelas de la serie “Velas”, alguna de las cuales ya no me pertenece, otras ya las conoceis, todas podeis verlas en Cadenote (Sada). .

viernes, 23 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

Por si acaso y como siempre, dos versiones del video.

martes, 13 de diciembre de 2011

TWELVES

“Twelves” es la denominación de una de las clases de veleros con los que se popularizó la America´s Cup, la Clase 12 Metros Fórmula Internacional, con la que se corrió la Copa del América entre los años 1958 y 1987. Por contra de lo que algunos podrían pensar, 12 metros no era la eslora de los barcos, sino el resultado de una fórmula matemática que restringía parte de los parámetros que debían tener los diseños, además de una serie de limitaciones de máximos y mínimos en la altura del mástil, el calado, la manga y la altura a la que se podían izar las velas de proa (un 75% de la altura del palo), con el fin de igualar las características de los veleros participantes.
Así (L) sería la eslora, (Sa) la superficie vélica, (F) el francobordo y (2D) una medida de la circunferencia envolvente del casco. La regata empezó a correrse en esta clase, después del parón que supuso la II Guerra Mundial, a partir de la defensa de la Copa que hizo en 1958 el Twelve “Columbia” (US-16) diseño de Sparkman & Stephens basado en el Twelve más rápido hasta el momento, el “Vim” (US 15).
El (US 16) fue un barco para el multimillonario norteamericano Vanderbilt, que ya la había ganado en tres ocasiones (1930, 1934 y 1937) con los espectaculares Clase J, aunque el primer clase 12 metros fue el “Waiandance” (US 1) de 1928. En 1983 fue la primera vez, después de un dominio de 132 años, en la que Estados Unidos perdía la copa, en la final disputada entre “Australia II” (KA-6) y “Liberty” (US-40) patroneado por Denis Conner, el mismo que en la siguiente edición de 1987 la recuperaría a bordo del “Stars & Stripes” (US-55) que ganaría en una apretada final al “Kokaburra III” (KA-15). Lo que representó el máximo apogeo de esta competición y que permitió recuperar el honor perdido de Conner tornándose de “villano” a héroe nacional. En 1992 Francis Ford Coppola produjo la película dirigida por Carroll Ballard, “La Fuerza del Viento”, titulada originalmente “Wind”, basada en estos hechos.
Además de los yates y las derrotas y victorias tomadas de la historia de la Copa América, varios detalles novelados en la película también están tomados de hechos reales que sucedieron en la competición real durante la Copa del América de 1987. Por ejemplo: • Cuando Will Parker toca la baliza en el último rumbo de una regata, se recuerda lo sucedido al neozelandés Chris Dickson en la última regata de la Copa Louis Vuitton contra el "Stars & Stripes '87". El yate neozelandés se encontraba a sólo 6 segundos del "Stars & Stripes '87" de Denis Conner cuando tocó la última baliza del recorrido y tuvo que penalizarse volviendo a tomarla y perdiendo todas sus opciones de ganar la regata y las eliminatorias. • La famosa vela que Jack Neville denomina Whomper en la película es una recreación, de aquella manera, del gennaker que introdujo el yate "Australia IV" en las Defender Selection Series ante el "Kookaburra II". En la realidad aquella vela asimétrica llevó al yate de Bond a coger al "Kookaburra II" en la empopada, pero las agresivas orzadas de Peter Gilmour para defender su posición acabaron con la rotura del gennaker del "Australia IV". Pero realmente ese gran spinnaker simétrico de la película, el “whomper”, es una vela izada a tope de palo que no estaba permitida en la clase 12 metros. • La rotura del mástil de "Platypus" le sucedió en la realidad al "Challenge France" en mitad de la tercera y definitiva ronda de eliminatorias. • El abordaje recrea en la ficción la colisión real entre el "Australia IV " y el "Kookaburra II". • Las protestas ante el comité de regatas fueron también una constante en la Copa américa de 1987. Varios barcos de la clase 12 metros que participaron realmente en la Copa fueron utilizados para rodar el filme. "America II" (US 46) y "American Eagle" (US 21) fueron los dos 12 metros más usados en las escenas, aunque también se utilizaron el “Intrepid” (US 22) y el "America II" (US 42). El "America II" (US 42) fue el yate repintado y utilizado como "Boomerang" primero y como "Platypus" después en la película, mientras que el "America II" (US 46) se caracterizó como "Radiant" primero y como "Geronimo" después. El barco rojo de entrenamiento que usa Will Parker es el "American Eagle" (US 21). Peter Gilmour, el patrón del "Kookaburra II", participó activamente en el rodaje, a bordo de los yates, y en la caña del "Geronimo" cuando se iza el "Whomper". A parte del característico toque peliculero yankee y de algunos gazapos técnicos, la película plasma bien el ambiente y sobre todo la forma de navegar de esos característicos y ya clásicos veleros.
Vemos aquí unas escenas de la película, en las que podemos observar un peeling de spi o cómo se traslucha con un tangón asimétrico y doble escota y braza. En cualquier caso siempre es un placer ver navegar a un “Twelve”. O estas otras imágenes reales de los twelves en competición.

domingo, 11 de diciembre de 2011

LA LUNA SE OCULTA Y SE SONROJA

Ayer la luna ocultó su cara y se sonrojó como de vergüenza… Cómo debe de ver, desde su altura, nuestro “bestiaplaneta”. Pensará que somos estúpidos y tendrá razón, sino no se explica el que periódicamente se reúnan representantes de no sé cuántos países para no ponerse de acuerdo en tomar medidas suficientes y necesarias para cuidar o salvar esta “nave” en la que navegamos todos. Unos porque están subiendo, otros porque estamos bajando, el caso es que si ya lo acordado en Kioto era absolutamente vago e insuficiente, en Durban les ha llevado días llegar al triste y vergonzoso acuerdo de no hacer nada hasta dentro de diez años más, como si estuviésemos sobrados de tiempo. Algunos sin comprometerse en absoluto y dando un paso atrás como Estados Unidos, Japón, Canadá y otros, que no son ni países, haciendo como que defienden sus intereses con la técnica de la avestruz, los muy necios.
La codicia no nos deja ver tres en un burro aunque lo tengamos delante un día sí y otro también.
¿Qué nos pasa?
¿En qué coño estamos pensando?
¿A dónde nos lleva este sistema que va en contra de las personas?
Hace bien la luna en sonrojarse y llevarse las manos a la cara… a mí también me pasa.

viernes, 2 de diciembre de 2011

ACUA-RELAx



Como un ejercicio de serenamiento del espíritu retomo los pinceles para jugar con la acuarela, que al igual que el mar y nosotros mismos, necesita el agua para ser. Como YouTube siempre da problemas, aquí dejo otra forma de verlo, aunque más pequeño.