viernes, 29 de febrero de 2008

EL RAYO VERDE

Título de la novela romántica homónima de Julio Verne aparecida en el año 1882.El argumento relata la difícil búsqueda de un fenómeno óptico, "El rayo verde", que puede verse en ciertas condiciones en el momento en que el sol desaparece o aparece en el horizonte, basado en la leyenda que relaciona el avistamiento de dicho efecto óptico con el amor verdadero.
La anécdota contada en la novela sirvió de pretexto para la película “Le Rayon Vert” del francés Eric Rohmer en 1986. El título de este filme fue traducido al mercado anglosajón como "Summer".


Soy gran aficionado y admirador de las puestas de sol y amaneceres, sobre todo en el mar, y a pesar de conocer el fenómeno desde hace mucho tiempo, he de reconocer que no he llegado a verlo claramente nunca, al menos no más allá de una ilusión psicológica que en ocasiones te hace ver lo que quieres ver.
No obstante han sido muchos los “cazadores del Rayo Verde” que si han dejado constancia gráfica del fenómeno óptico real, denominado rayo verde por su color, que se produce bajo ciertas condiciones atmosféricas particulares: cuando el disco solar se esconde en el ocaso sobre una superficie muy llana (por ejemplo el mar), aunque también se puede apreciar durante el orto, cuando sus últimos o primeros rayos quedan muy refractados por la baja atmósfera de tal manera que sólo llegan hasta el ojo del observador los colores amarillo y verde; en este instante se aprecia como un destello amarillo-verdoso justo en el instante de ocultarse la parte superior del sol. Es más raro contemplar el rayo azul, debido a la dificultad de conseguir condiciones atmosféricas apropiadas, pero existen fotografías que llegan a mostrarlo como un destello verde-azulado. Desde muy antiguo se ha documentado este fenómeno, pues inscripciones del antiguo Egipto hacen mención a un Sol poniente de color verde. La primera referencia científica moderna apareció en la revista Nature en 1883. Desde entonces se ha intentado "cazar" el fenómeno, fotografiarlo y, sobre todo, buscar sus causas. Como las condiciones más favorables para su observación se dan en el horizonte marino, se pensó en un primer momento que era el color del mar el responsable, al atravesar los últimos rayos del Sol las crestas de las olas. Sin embargo, esta hipótesis fue pronto desechada, pues el inusual rayo se manifiesta también sobre horizontes terrestres si éstos son llanos.

¿La explicación científica?
Pues los factores que realmente determinan la aparición del rayo verde son los fenómenos atmosféricos de refracción, difusión y absorción.
La refracción, como es sabido, separa (como ocurre en la formación del arco iris) los distintos colores del espectro. Por otra parte, debido a la composición de nuestra atmósfera, las longitudes de onda azul y violeta son difundidas ("esparcidas" en todas direcciones) por las moléculas del aire, y por ello la luz azul, durante el día, parece provenir de todas partes (el cielo de la Tierra es azul, no así el de otros planetas con atmósferas diferentes). La absorción causada por el polvo y otras partículas en suspensión en el aire puede influir en los colores que muestra el Sol en el momento de ocultarse, presentando según las ocasiones un color más rojizo, más anaranjado... Asimismo, la presencia de nubes, turbulencias atmosféricas, distinta concentración de vapor de agua, etc. producen cada día unas condiciones distintas, y la diferencia de temperatura entre distintos estratos o capas de aire puede dar lugar a fenómenos de reflexión y distorsión que también se sumen a los factores que nos interesan.
Con todo esto ya podemos explicar el esquivo fenómeno: cuando el Sol se acerca al horizonte, la refracción atmosférica separa los distintos colores del disco solar, quedando en su borde superior, por este orden, el violeta, el azul y el verde. Sin embargo, el violeta y el azul son difundidos por la atmósfera, con lo cual en el momento en que ya sólo el borde superior del disco es visible, es el color verde el que llega a nuestros ojos.
Para poder observar el rayo verde hemos de buscar un horizonte llano y con gran visibilidad (el mar, una llanura, un desierto) y esperar un día de cielo claro y despejado, preferentemente en el otoño-invierno, en el que el Sol no aparezca demasiado enrojecido en su caída hacia el horizonte. Si tenemos suerte entonces, veremos un destello verde durante apenas unas fracciones de segundo, el tiempo que el Sol tarda en desaparecer por completo.
La duración lógicamente depende de la velocidad con que el Sol se pone, y ésta se relaciona con la inclinación del ecuador celeste respecto del horizonte: así, el Sol se pone verticalmente y por tanto más rápido en el Ecuador, donde el rayo verde es aún más breve; y mucho más lentamente cerca de los Polos, donde el Sol puede estar más de una hora poniéndose y el rayo verde, por ende, puede permanecer hasta varios minutos: se han llegado a registrar duraciones de hasta 35 minutos.
En cuanto a la forma en que se manifiesta, la más corriente es simplemente ver el borde o limbo superior del Sol coloreado de verde en el último momento. Esta franja verde suele tener una anchura de unos 10 segundos de arco, lo cual es inferior a la resolución del ojo humano, que es de unos 25 segundos de arco. No obstante, la refracción juega a nuestro favor ensanchando la franja hasta varios minutos de arco, y excepcionalmente, ¡hasta casi medio grado!
Pero también puede suceder -y es su manifestación más legendaria- que observemos una forma aplanada y verde que parece flotar en la nada cuando el Sol ya se ha ocultado por completo. En este caso, la refracción es nuevamente la responsable de hacerlo llegar hasta nosotros por encima del horizonte.
El fenómeno que nos ocupa puede venir precedido de otros, como la distorsión del disco solar que aparece a veces aplanado tomando una forma elíptica, o separado en dos partes, o aparentando derramarse sobre el horizonte como si fuera líquido, o incluso duplicando su propia imagen por reflexión. De manera simétrica se puede producir el rayo verde a la salida del Sol, apareciendo el destello justo antes que el disco solar, pero obviamente esto es mucho más difícil de observar.

Asimismo la Luna y los planetas (astros que muestran disco aparente; no así las estrellas) son capaces de arrojar sus propios "rayos verdes" que, aunque mucho más sutiles que los del Sol, pueden ser captados fotográficamente.

Merece la pena pues dedicar unos minutos, siempre que haya ocasión y las condiciones lo permitan, para la observación de este delicioso fenómeno, ya seamos defensores de la leyenda, por curiosidad científica o por simple deleite, ya que en el peor de los casos siempre se nos ofrecerá el espectáculo de otra maravillosa puesta de sol.

PUESTA DE SOL

QUE EL RAYO VERDE OS ACOMPAÑE ;-)

jueves, 28 de febrero de 2008

POR FIN EL FINAL DEL FIN DE LA BWR

Por fin, a primera hora de esta mañana han cruzado la línea de llegada Servane Escoffier y Albert Bargués a bordo del “Educación sin Fronteras”, quinto y último clasificado de esta primera edición de la Barcelona World Race, 16 días más tarde que el primero, tras sufrir el poco viento y las encalmadas a pocas millas de la llegada.
Llegar después de 108 días de navegación sin escalas alrededor del mundo es en sí toda una proeza. Quedar quintos de entre nueve participantes, con el barco más antiguo de la flota, un éxito.
¡FELICITACIONES!
Se puede decir ya que esta primera edición de la BWR ha sido un éxito, tanto en participación, organización y resultados, así como por la respuesta del público y los medios. Todos los participantes han hecho hincapié en lo acertado de esta fórmula de circunnavegación del globo sin escalas y con dos tripulantes, calificándola como la prueba más exigente, ya que los barcos se navegan prácticamente al 100% de su rendimiento.
Todos también han declarado su intención de repetir en la próxima edición, dentro de cuatro años, seguro que aún con mayor participación y esperemos también que con más representantes españoles, afianzando así la existencia en nuestro país de una de las regatas más importantes de la vela oceánica internacional.
Espero pues que los posibles futuros patrocinadores tomen nota y aprovechen la ocasión para darse a conocer en todo el mundo.

jueves, 21 de febrero de 2008

La Cuadratura del círculo…

Cuando disfrutas de un privilegio, apetece compartirlo, y no por poner los dientes largos… ( que también ;-), pero hay sensaciones redondas que conviene tener de vez en cuando para el buen funcionamiento de la mente y el alma.
Pocas tardes tan buenas para navegar como la de hoy, con 22 ó 23º de temperatura, sol, mar llana, con un poquito de mar de fondo fuera de la ría y entre 15 y 18 nudos de viento…
Si a eso le sumamos buena compañía a bordo de un Macht 42 , un barco nervioso y sensible, no un pura sangre pero sin duda un “caballo de carreras”. Entonces es la cuadratura del círculo. Perfecto!
Sentir el barco a través de su gran rueda de timón, navegando entre 7 y 9,5 nudos, bien asentado sobre su banda…. ufff! Qué gozada! Hacía tiempo que no sentía esta sensación tan placentera.
Muchas gracias Edi y Dani. Me ha sentado de maravilla.
Las imágenes hablan por sí solas.
El viento empezó suave dentro de la ría.Jarcia y velas en tensión preparadas para un poco más de viento que iba a venir.Buen "twist" de la mayorEl viento se empieza a animarBruma en la costa de La Marolael sol tras la mayorEdi y DaniNavegando a un través a buena velocidadPorque estaba fondeado, que si no... de qué íbamos a pasar por ahí ;-) De vuelta a Sada. ¡Vaya luz!La hora en la que salen los pesquerospuesta de sol en la ríael sol ya sólo daba en lo alto de la jarcia No hay tantas tardes así de perfectas, como para no aprovecharla hasta la última luz. Ya en puerto la luna salió para despedirnos. Qué más se puede pedir...

miércoles, 20 de febrero de 2008

Liarse la manta a la cabeza…

No dejan de tener mi admiración los que, tras anunciar que se van a navegar alrededor del mundo, se lían la manta a la cabeza y un día zarpan.
La mayoría se obsesiona y se demora en titulaciones, adquisición de conocimientos y datos a granel, papeleos, retórica y demás excusas para prolongar el momento de tener que tomar una decisión. Claro está que hay que hacerse con un barco que reúna un mínimo de condiciones, pero es suficiente que tenga muchas menos de lo que a menudo imaginamos, incluso en muchos de los casos el barco ya lo tienen, bastaría con una mínima adecuación.
En mi opinión el hecho de navegar alrededor del mundo está sobrevalorado desde el punto de vista de la preparación necesaria. No hace falta bajar a las altas latitudes del Gran Sur y doblar los tres cabos en largas travesías “non stop”. El mundo es mucho más grande que eso, y aún así permite navegarlo a un nivel mucho más doméstico.
Desde siempre he sentido poco respeto por las titulaciones náuticas, tan de moda en nuestro país. Con esto no estoy diciendo que no haya que tener una buena base teórica, pero sólo eso, el resto es experiencia, y esta se consigue navegando. No esperemos aprender a navegar con libros de texto, ya que cuando necesitemos saber algo ya lo aprenderemos sobre la marcha.
Un buen ejemplo es el caso del amigo Toni que recientemente se ha liado la manta y se ha embarcado solo a bordo de su velero “Longyang” para dar la vuelta al mundo, con su reciente título de PER y escasa experiencia de navegación, pero con unas ganas de recorrer mundo y entusiasmo aventurero encomiables. Pero sobre todo pasión por vivir la vida, que son dos días.
Esto, a mi entender, suple todo lo demás. Y lo que haya de ser, será. Por lo de ahora ha llegado a las costas de Senegal y se ha adentrado por el río Casamance hasta Ziguinchor, donde se ha encontrado con algunos “Troteurs”, y es que el mundo está lleno de personas, sobre todo franceses, que solos, en pareja o en familia comparten este modo de entender la vida. En definitiva “querer es poder” y los que aún seguimos por aquí es porque seguramente aún no queramos suficientemente, lo llamemos como lo llamemos. Aunque todo se andará ;-)
Así que ¡Bravo! y ¡Chapeau! por Toni y todos los que como él se han convertido en navegantes del mundo haciendo realidad sus sueños.

martes, 19 de febrero de 2008

Ya están aquí...

Por fin esta pasada noche ha arribado a Barcelona la primera tripulación española formada por Bubi Sansó y Pachi Rivero a bordo del "Mutua Madrileña".
Teniendo en cuenta que no llevaban un barco de última generación han hecho una impresionante regata, y les ha faltado poco para poder subirse al podio, sometiendo a presión al "Temenos II" durante casi media vuelta al mundo, pero finalmente estos han sabido aguantar muy bien el tirón.
Viendo las imágenes de la llegada se aprecia una explosión de alegría española característica, y es que no es para menos después de 99 días en el mar y el buen papel que han hecho en esta BWR.


¡BIENVENIDOS Y ENHORABUENA!

Si todo va bien, es posible que veamos a Bubi Sansó dentro de poco en la salida de la próxima Vendée Globe en solitario (en su segundo intento), posiblemente junto a los barcos de Unai Basurko y Guillermo Altadill. Si esto llega a ser así será todo un record de participación española en esa regata, y querrá decir que la salud de la vela oceánica española sigue mejorando y va a más. ¡Estupendo!

lunes, 18 de febrero de 2008

Test de inversión

Test al que se somete a los Open 60 (en este caso el Spirit of Canada) para comprobar su capacidad de autoadrizamiento.
Atención al movimiento de la quilla,ya que si no pivotase parece que el barco no sería capaz de adrizarse por sí solo.

Se completa el podium de la BWR

Finalmente la tripulación del "Temenos II", formada por el suizo Dominique Wavre y la francesa Michèle Paret, han podido aguantar la presión a la que les ha sometido el "Mutua Madrileña" de Bubi y Pachi durante toda la ascensión del Atlántico y el Mediterráneo, y han conseguido defender la tercera posición hasta cruzar la línea de llegada, lo que hicieron a última hora de la tarde de ayer domingo, tras 98 d 06 h 09 m 10 s. de navegación. ¡Felicidades a los dos! Ahora queda esperar la llegada de los tripulantes españoles. El "Mutua Madrileña" lo hará en las próximas horas, mientras al "Educación sin Fronteras" se le espera en el transcurso de esta semana.

La pareja franco suiza ha coincidido con las otras dos tripulaciones precedentes en resaltar la dureza que supuso el paso por el Estrecho de Gibraltar. Y han declarado, pese a la alegría de la llegada, lamentar el que se haya acabado.
La singularidad de esta tripulación es que además de ser pareja en el mar también lo son en tierra, comentando que han llegado a sentir miedo el uno por el otro. Circunstancia que supongo a veces habrá jugado a su favor y otras en contra.
Michèle es, junto a Servane Escoffier, una de las dos navegatrices (navegantas me suena raro, así que lo derivo del francés) que han participado en esta regata, ambas francesas, ya que circunstancialmente en esta prueba no asistió ninguna de las conocidas navegantes femeninas británicas.
Y a pesar de que en España resulta aún muy complicado, para todos, conseguir patrocinio para participar en regatas de esta índole, supongo que esto será una motivación más para que nuestras navegatrices lo sigan intentando, aunque me consta que alguna ya lo ha intentado.
Espero que no tardemos mucho en nuestro país en alcanzar los niveles de participación de nuestros vecinos en cuanto a regatas oceánicas, tanto de navegantes como navegatrices.
Por lo de ahora, creo, la Barcelona World Race ha supuesto un paso más hacia ello.

sábado, 16 de febrero de 2008

Es un placer

No todo van a ser vueltas al mundo y navegación en mares escabrosos, hay que valorar también el lado más dulcemente placentero de la navegación a vela, cuando con 10 ó 12 nudos de viento, la mar llana y el barco escorado ligeramente con las velas llenas, se desliza firme y rápido sobre el agua a unos 5 - 6 nudos, mientras con buena temperatura al sol de la tarde converso con el amigo Edi entre maniobra y maniobra.
Con un par más de salidas al mar como esta le dejamos el barco a Antonio afinado como un violín ;-) (“comme il faut”).
Ha sido un placer.

viernes, 15 de febrero de 2008

OLAS

No, no voy a hablar de la teoría de las olas, sólo de una clasificación atendiendo a la forma, belleza o sensación que producen.
Creo que se pueden clasificar en miles de tipos, a pesar de que no hay dos olas iguales, y ahí radica gran parte de su atractivo, también en la impresión que nos producen dependiendo de las circunstancias en las que nos las encontremos o desde donde las estemos viendo.
Hay quienes las perciben como una amenaza, quienes las ven como una oportunidad al disfrute, quien les tiene miedo y quien las ama. Inspiran pues todo tipo de sensaciones, menos pasar desapercibidas. Lo cierto es que son energía. Energía para aprovecharla, deleitarse con sus formas o simplemente escapar como podamos.

Así nos podemos encontrar con:

Olas de vértigo
Olas para disfrutar
Olas de la muerte ;-)
Olas para capear
Olas espectáculo
Olas espectaculares
Olas desproporcionadas
Las famosas olas piramidales
Olas que irradian energía
Olas explosivas
Olas envolventes
Olas turquesa Olas blancas Olas azules Olas revueltas Olas desordenadas Olas solitarias Inquietantes olas en grupo Olas catastróficas y para salir corriendo...