jueves, 8 de mayo de 2008

TÍTULOS, ATRIBUCIONES Y OTRAS COSAS DE LA MAR.

Con cierta frecuencia se repite la discusión sobre las “capacitaciones” legales para patronear o capitanear profesionalmente embarcaciones de recreo. Dado el “atraso”, en cuanto a la afición náutica en nuestro país con respecto a otros, este es un tema en el que la legislación tiene ciertas lagunas, y a río revuelto… ya se sabe.
Oficialmente está claro, se otorga esta potestad a los pilotos o capitanes de M.M. y a los que anteriormente se denominaban patrones de cabotaje, hoy patrones de altura cuya titulación tiene el rimbombante nombre de técnicos superiores en navegación, pesca y transporte marítimo, dejando fuera de esta competencia a las titulaciones náuticas de recreo.
La gran mayoría de los casos de alquiler de embarcaciones de recreo con patrón se refieren a veleros y, sin embargo, se da la paradoja de que oficialmente en los programas de formación de las titulaciones profesionales no se atiende a este tema. Así podría darse el caso, por ejemplo, de que navegando a vela bajo el mando de un capitán de la M.M., o un patrón de cabotaje, su falta de pericia a la vela provocase una trasluchada involuntaria que hiriese a alguno de sus pasajeros y sin embargo estarían actuando dentro de la supuesta legalidad. Es cierto que algo así puede ocurrirle a cualquiera, pero podría alegarse en su contra que el patrón no tenía formación específica para gobernar una embarcación a vela, algo que por el contrario sí se contempla en las titulaciones de recreo.
También es verdad que al margen de esa titulación profesional la persona pueda tener conocimientos y experiencia en navegación a vela, pero eso no quedaría acreditado con su titulación.
Por otro lado, la formación en cuanto a temas de seguridad que reciben tanto capitanes de M.M. como patrones de altura es muy superior a la impartida en las titulaciones náuticas de recreo, amén de otras materias que no afectan en nada a esta modalidad de navegación. Por lo que considero positiva y justa la existencia de un borrador de ley (por aprobar) para cubrir estos supuestos, según el cual con la titulación de Capitán de Yate, junto con acreditación de dos años de experiencia y cursos complementarios en cuestiones de seguridad y comunicaciones se estaría en posesión de un título profesional enfocado específicamente hacia la náutica deportiva y de recreo, con ciertas restricciones, pero que cubriría la gran mayoría de las demandas de este sector.
A menudo los profesionales de la M.M. han puesto la proa a lo que ellos consideran “intrusismo” en el sector, pero que en realidad ha sido la postura del “perro del hortelano” que ni come ni deja comer, ya que en la mayoría de los casos las retribuciones que podían percibir en este campo son, lógicamente, muy inferiores a las que perciben en el ejercicio de la profesión para la que están específicamente preparados, salvo en el caso de los yates de grandes esloras.

Podría pensarse que las preferencias de los posibles clientes se decantan hacia este tipo de profesionales, pero últimamente tampoco es que se goce de excesivo “prestigio” en vista del número tan elevado de incidentes marítimos que han tenido lugar:

- 4 de mayo de 2008: El buque de pasaje “Mona Lisa” embarranca en aguas de Letonia con 650 pasajeros y 350 tripulantes a bordo. - 2 de mayo de 2008: El ferry “Assalama” se hunde cerca de Tarfaya con 113 pasajeros a bordo. - 18 de abril de 2008: Colisión frente a Ibiza entre el buque de Balearia “Manuel Azaña” y el de la naviera Iscomar “Cármen del Mar”. Zona esta polémica tras el conocido hundimiento, acaecido en julio del 2007, del mercante de Iscomar “Don Pedro” al chocar contra el Dado frente al Puerto de Ibiza, o el encallamiento en la “isla dels Penjats” del carguero “Rolón Sur” en febrero de 2004, o el casi hundimiento del crucero “Vistamar” en mayo del 2003 al chocar contra una baliza de cemento en los Freus de Ibiza, o la colisión que tuvo lugar en julio del 91 entre los dos buques de pasajeros de Flebasa, el “Rápido de Formentera” y el “Rápido de Algeciras”, a dos millas de Ibiza. - 25 de marzo de 2008: El crucero de pasaje de Pullmantur “Sky Wonder” encalla en Kusadasi mientras trataba de fondear o atracar. El mismo que poco antes tuvo un motín a bordo por parte del pasaje. - 8 de marzo de 2008: El carguero “Maro” encalla en la costa vasca entre Pasaia y Hondarribia. - 26 de febrero de 2008: El carguero “Rezzak” hundido en aguas del Mar Negro con 25 tripulantes a bordo. - 11 de febrero de 2008: El chatarrero “New Flame” se hunde tras varios meses encallado frente a Algeciras.
Y así varios buques más sólo en lo que va de año. Lo mismo se puede decir de los numerosos casos, de todos conocidos, de pesqueros hundidos o con problemas serios.
En consecuencia, y aunque pueda parecer que tiro piedras contra mi propio tejado, en la mar, nadie está en situación de sacar demasiado pecho, y en cualquier caso la experiencia es un grado, al igual que la prudencia.

En cuanto a la náutica de recreo, hasta no hace mucho era un campo en el que se encontraban amantes del mar y de la libertad que este representaba, conscientes, en la mayoría de los casos de sus limitaciones, hasta que la “titulitis” y el control de la burocracia terrestre ha ido ganando terreno, en gran parte debido al acercamiento a este medio de un número cada vez más elevado de buscadores de nuevas emociones que les hagan olvidar su rutina diaria en tierra, y a los que lo mismo les vale tirarse de un puente amarrados por los pies, colgarse de un parapente o lanzarse por los rápidos de un río a bordo de un kayak, desconociendo en la mayoría de los casos el medio en el que se meten.
Por otro lado están también los que se acercan a la náutica deportiva con pretensiones de aparentar de presunto estatus social. (¿)
Y puestos a clasificar tópicos, nos podemos encontrar también con los amantes de la teoría, fruto del estudio y las numerosas lecturas de temas náuticos (lo cual me parece muy bien, que conste), y por último una clasificación hecha por un colaborador de Thalassa, Juan Poyatos, que he leído recientemente y que me ha hecho gracia, la cual transcribo a continuación.

Hay dos tipos diferentes de humanos viviendo entre los pantalanes. Están los enamorados de su barco, sus formas, sus prestaciones o su comodidad, sus interiores cuidados, su modernidad o su clasicismo. Estos individuos adoran el ambiente del club, el bar del puerto, la pesca o las regatas. Viven los 365 días del año entre el pantalán y el bar, cuidando siempre su barco y descuidando su hígado y sus pulmones. Pasan el tiempo pensando en como prepararlo o mejorarlo para las regatas, la pesca, o los viajes. Esta especie de humano de puerto revisa una y otra vez el rating de su velero o el motor de su lancha, lee libros de expertos navegantes y anda normalmente por los pantalanes con una sonrisa indeleble en la cara. Se les ve felices en el varadero o en el bar, siempre sin la mujer y normalmente en grupos reducidos de individuos de la misma especie. Es la especie llamada: “Homo portulensis”.
Pero hay otra especie de humano que habita entre los barcos, son los que aman el mar más que a su propio barco. Estos hombres y mujeres simplemente adoran estar allí, en el azul. Son individuos que suelen utilizar, o han utilizado, todas las formas posibles de explorar: buceo, piragua, vela, motor, pesca, lo que sea; para ellos lo único que importa es vivir con la piel llena de sal. Estos otros habitantes de los puertos hablan poco y hacen mucho; navegan, regatean o pescan de verdad. Son los llamados: “Homo nauta veritas”.
Estas dos formas de ver el mundo náutico, estas dos especies de humanos, no viven enfrentados, sino que se confunden y entremezclan constantemente. De hecho se sientan juntos a charlar en el bar y resulta difícil diferenciarlos.

De todas formas, tampoco hagáis demasiado caso de mis reflexiones. Cada uno es muy libre de acercarse al mar por los motivos que sea, y me consta que aún son muchos los que lo hacen por amor al mar, a la navegación y, a pesar de todo, a la libertad.

5 comentarios:

Freeman Seagull dijo...

Hola Jorge,

Excelente articulo, me ha encantado. La documentación que aportas me parece de admirar, se nota que te gusta y lo haces con mimo. No soy muy partidario de las taxonomias pero ayudan en el analisis del entorno y las 2 variantes de "homo maritimus" que mencionas se corresponden en fielmente en la realidad, yo creo que la busqueda de libertad o de la sensación de libertad es un factor común en aquellos que se acercan a la mar (en femenino), cosa que no me parece mal, aunque yo soy del parecer que la libertad está dentro de uno mismo.
Venga, no me enrollo más que me pongo filosófico. Un saludo y bon vent.

Nautijorge dijo...

Hola Freeman.
Tiene sentido lo que dices en cuanto a que la libertad está dentro de uno mismo, pero creo que también hay factores externos que la coartan. Es en la mar donde esos factores externos, según mi punto de vista, están (o estaban) menos presentes. Por lo menos es ahí donde me resulta más fácil evadirme de ellos y por tanto donde me siento más a gusto.
Por desgracia, no sé si por responsabilidad propia o por como evolucionan las cosas, noto que eso es cada vez menos así.
Cuanto más me aproximo a lo básico, más libre me siento. Sin embargo todo tiende a complicarse. Espero que no estalle esta "burbuja" ;-)
Un placer "filosofar" contigo.

Alberto dijo...

Hola Jorge,
He leido tu artículo y no estoy de acuerdo con el mismo. Hablas de unas lagunas, para mi inexistentes en las leyes. No hay lagunas, otra cosa es que estés de acuerdo con ellas o no, pero todo está claro, muy claro.
Haces demagogia con los Capitanes y Pilotos de M.M. Estos profesionales no dirigieron ni sus estudios ni sus carreras a pequeños barcos de vela. Los patrones de atura, mayores, cabotage, portuarios.... tal vez si las dirijan a ese tipo de embarcaciones, y para tu información navegamos en veleros con los que la gente solo sueña.
Me parece de muy mal gusto que pongas fotografías de accidentes marítimos para mostrar nuestra supuesta incompetencia, me temo que tu falta de información y conocimientos en temas como estabilidad, estiba, vida a bordo de los mercantes...te permitan opinar así sobre esos temas.
Gracias a Dios la gente se va dando cuenta de la diferencia y cada vez vemos menos "capitanes" en puestos profesionales.
Un saludo

Nautijorge dijo...

Hola Alberto.
Me parece muy loable que no estés de acuerdo con el artículo.
Sin embargo por tus comentarios me da la sensación que no has entendido lo que he querido decir.
De todas formas voy a intentar comentarte cada uno de los puntos que tocas.
Con "lagunas" quiero decir que no hay una formación específica para profesionales de un sector de la náutica de recreo como puede ser p.ej. el charter. Que la ley dice que esa función la tienen que ejercer los profesionales de MM o los patrones de altura o portuarios, así es. Lo que no implica, por ejemplo, que ni los unos ni los otros hayan puesto en su vida un pie sobre la cubierta de un barco de vela, que sé que muchos sí. Pero su formación no contempla este tema, sencillamente porque no está enfocada a ello.

No sé a quién te refieres cuando dices:"navegamos en veleros con los que la gente sólo sueña". Pues supongo que unos sí y otros no, incluso a otros ni les apetecerá, y a algun otro le gustará el futbol...pues muy bien. (?)
¿Con qué veleros sueña la gente? (?)

En cuanto a las fotos de accidentes marítimos, personalmente no las encuentro ni de mal ni de buen gusto, simplemente son cosas que han sucedido y que están plasmadas en fotografías, pero es evidente que no las he puesto para mostrar ninguna incompetencia. En cualquier medio de transporte, ya sea por mar, aire o tierra hay accidentes. Si acaso, más bién para argumentar que a todos les puede suceder, por muy buen profesional de MM que se sea, y que por tanto tampoco hay motivos para mitificar ni darse unos humos como los que intuyo en tí, por ejemplo al presuponer, sin base alguna, mi desinformación y desconocimiento en temas de estabilidad, estiba, etc.
Vuelvo a no entender qué tiene que ver, y menos para opinar así sobre estos temas, como tu dices.
¿Es que acaso cada uno de los capitanes o pilotos de cada uno de esos barcos accidentados no tenían esos conocimientos? Pues sí, debían tenerlos, y qué...
El tema no va por ahí.

La última frase me parece quizá un poco críptica y sin sentido, así que no sé qué decirte.

En fin Alberto, de todos modos te agradezco tu visita y que te hayas tomado el tiempo de dejar un comentario, aunque sigo pensando que no le has pillado el fondo. Fijate que es una reflexión en la que tiro piedras contra todos los tejados, quizá para desmitificar un poco, y en el fondo, de los que menos trata es de los profesionales de la MM.
Espero que no te hayas mosqueado mucho, hombre.
Un saludo.

Alberto dijo...

Hola Jorge,
Muchas gracias por tus palabras. Ya es de agradecer que no me insulten como me ha ocurrido en otros foros.
Tras leer tu respuesta me gustaría comentarte lo siguiente.
Las "lagunas" que comentas no las veo. El sector del charter está perfectamente regulado asi como las titulaciones para poder desarrollar dicha actividad. Marina mercante no da esa formación en el curso. Ni esa ni otras como las propulsiones Arnesson, los jets, los barcos de vapor, quillas pivotantes...Hay dos años de mar para preparase hacía el sector que interesa.Estoy de acuerdo contigo en que poseer titulación profesional no implica ser un buen patrón, en todas las profesiones hay gente válida y negada.
He impartido las famosas "prácticas de seguridad" y son vergonzosas. No se puede pretender formar a alguien en 8 ó 16 horas.
En lo relativo a mis humos, tal vez se deba a mi hastío por la situación. Estoy harto de no tener contratos, de que se me intente hacer trabajar con dinero negro, a que un armador si no me paga estoy en indefensión,a oir barbaridades de invitados con titulos deportivos, a la pregunta ¿Sabes cocinar?, a aguantar los aires de algunos deportivos, a no poder pedir un salario justo, a deportivos que solo vienen a navegar en los meses de verano, a no poder hacer traslados,etc.
Dicha mala situación la ha generado el intrusismo de los titulados deportivos. Ellos aceptan cualquier cosa.
Ah, por cierto, no se como está la cosa en Galicia, pero te aseguro que en la costa valenciana se venden los capitanes de yate.
Una vez más, darte las gracias, por poder exponer cada uno nuestros puntos de vista de una manera civilizada, y te deseo que en tu profesión o forma de vida no tengas la mala suerte que tenemos en el sector de la naútica.
Un saludo