EN EL MEDITERRÁNEO. RECALADA EN FORMENTERA

No sé qué resultó más agradable durante el fondeo en Illetes. Las puestas de sol desde el barco, las tranquilas noches en cubierta, con la mar tensa como un mantel de celofán, de charleta hasta tarde en la bañera, avistamiento de ovnis incluido… ;-) o las mañanas de luz y agua cristalina de azul intenso nadando entre bancos de peces y alguna pequeña medusa verbenera.
Ver la final de la copa de Europa en el Sa Garrafa (Magnífico “Txanklas” con sus Bongós) , cenar en una terraza de San Fernando con hambre “kanina” ;-) y hacer 6 Km de vuelta andando, de noche por la isla, junto al amigo Jesús (alias “Txiringas”), con chancletas y la luz de una uña de luna junto con las luces de nuestros teléfonos móviles, más unos 400 metros a nado hasta el barco, tampoco estuvo mal. (Eso que no me gusta mucho el fútbol ;-)
Aunque había más barcos de los que esperaba para estas fechas, aún no es nada agobiante.

Al día siguiente tuvimos comida festiva a bordo de la goleta “Arabian Nigths” con música de tambores y timbales en directo. Una siesta en el barco y vuelta a tierra para tomar unos mojitos en el pigichiringuito de playa “El Tiburón”, donde se monta un curioso circo en torno a la puesta de sol. Las jornadas solían terminar a bordo en largas tertulias, sobre todo de manos del grupo formado por “Kandemor”, “Rosarillo”, “Konka” y un tal “Kapi” ;-) resistiéndose a dar por terminado el día, saboreando la tranquilidad de la noche, con los reflejos de las luces de fondeo de los demás barcos flotando en el agua lisa, como farolillos chinos.

La humedad se deja notar aquí por las noches.
Por la mañana, zambullida tempranera para despejarse, desayuno super a cargo del especialista “Txiringas” y después tuvimos que recalar en la marina de Formentera para rellenar los depósitos de agua, repostar combustible y hacer una compra, tareas que compartí con “Txiringas” y “Konka”. El resto de la tripulación aprovechó para ir a pasar el día a Espalmador en la neumática.
Resulta increíble lo que se disparan los precios en Formentera en la temporada de verano. Te cobran hasta por pisar tierra.
A media tarde volvimos al fondeo, dejando pasar el resto de la tarde tranquilamente. A última hora volvieron a bordo los expedicionarios, y preparamos un par de tortillas de patata para la cena, de mano del chef “Txiringas”. Esa noche “Bonolotos” y su mujer Helena cenaron en tierra para celebrar el cumpleaños de ella, volviendo con un riquísimo postre justo a tiempo.
Quizá de todos los baños, los mejores son los tempraneros y los nocturnos. Quedarte flotando mirando al firmamento luminoso, en el agua casi tibia de esta parte del Mediterráneo, también es una muy buena sensación.

El último día de estancia en la Isla, levamos ancla para ir a fondear al otro lado de la Isla de los Puercos, junto a los Freus, donde pasamos el día entre baños, comida y siesta, para zarpar al final de la tarde ya hacia Mallorca, aprovechando los vientos favorables. Quizá esta isla ya no es la que era, pero sigue teniendo un encanto especial. En cualquier caso pasamos unos días muy agradables en ella.