El yate de 24,40 m de eslora, PriceWaterhouseCoopers (ex Shockwave 5), colisionaba contra las rocas del islote Flinders, abriéndose una vía de agua y rápidamente destrozándose contra las rocas debido al fuerte oleaje.
En el accidente fallecieron el patrón Andrew Short y la tripulante Sally Gordon, ambos navegantes experimentados, con más de quince Sydney- Hobart a sus espaldas, ambos habían sobrevivido a la tragedia acaecida hace once años en dicha regata. De los dieciocho tripulantes del barco, dieciséis han sobrevivido, con heridas menores, después de tener que nadar para subirse al islote. Siendo una noche fría, algunos sufrían hipotermia.
El patrón Andrew Short fue recogido del agua por la tripulación del Ragamuffin del conocido Syd Fisher, con infructuosos intentos de reanimación, lo mismo que la tripulante Sally Gordon, que fue recogida por otro de los barcos participantes, el Quest de Bob Steel.
El resto de la tripulación fue rescatada del islote gracias al fuego de bengalas, tras un fallido intento del barco de la policía marítima debido a la mala mar, por un helicóptero de salvamento y llevados al cercano hospital de Wollongong.
Curiosamente horas antes de salir en la nefasta regata que le costó la vida, Andrew Short le entregó en mano una carta a la navegante adolescente Jessica Watson, advirtiendo que “el implacable océano podría costarle la vida”. La carta fue escrita por uno de los regatistas más importantes del mundo, Andrew Cape, y después pasó al Sr. Short, que como un amigo y mentor, le dio a Jessica antes de su intento de navegar en solitario alrededor del mundo.
El escritor náutico Robert Mundle recibió la noticia del intercambio en un mensaje de voz escalofriante que el Sr. Short le había dejado la noche del viernes.
Mundle, más conocido como el autor de Tormenta fatal: la historia interior de la Trágica Sydney-Hobart Race, Dijo ayer:''Lo más triste para mí fue que al encender mi teléfono [esta mañana], hubo un mensaje perdido de Andrew explicando que había entregado la carta con éxito a Jessica antes de la salida de la regata.
''La carta advirtió sobre los peligros del mar. Minutos más tarde, me enteré de que el mismo Andrew había muerto.''
El patrón Andrew Short fue recogido del agua por la tripulación del Ragamuffin del conocido Syd Fisher, con infructuosos intentos de reanimación, lo mismo que la tripulante Sally Gordon, que fue recogida por otro de los barcos participantes, el Quest de Bob Steel.
El resto de la tripulación fue rescatada del islote gracias al fuego de bengalas, tras un fallido intento del barco de la policía marítima debido a la mala mar, por un helicóptero de salvamento y llevados al cercano hospital de Wollongong.
Curiosamente horas antes de salir en la nefasta regata que le costó la vida, Andrew Short le entregó en mano una carta a la navegante adolescente Jessica Watson, advirtiendo que “el implacable océano podría costarle la vida”. La carta fue escrita por uno de los regatistas más importantes del mundo, Andrew Cape, y después pasó al Sr. Short, que como un amigo y mentor, le dio a Jessica antes de su intento de navegar en solitario alrededor del mundo.
El escritor náutico Robert Mundle recibió la noticia del intercambio en un mensaje de voz escalofriante que el Sr. Short le había dejado la noche del viernes.
Mundle, más conocido como el autor de Tormenta fatal: la historia interior de la Trágica Sydney-Hobart Race, Dijo ayer:''Lo más triste para mí fue que al encender mi teléfono [esta mañana], hubo un mensaje perdido de Andrew explicando que había entregado la carta con éxito a Jessica antes de la salida de la regata.
''La carta advirtió sobre los peligros del mar. Minutos más tarde, me enteré de que el mismo Andrew había muerto.''
Jessica Watson, la adolescente de 16 años, aplaza su salida para la vuelta al mundo en solitario. Jessica Watson no embarcará hoy para su viaje alrededor del mundo a vela en solitario, como se había informado.
Tras un fracasado intento, el pasado 9 de septiembre, cuando su barco rosa chocó con un buque mercante de 63.000 toneladas frente a North Stradbroke Island.Un portavoz de Five Oceans medios de comunicación dijo hoy que los informes de que Jessica embarcaría hoy eran falsas, su fecha de salida aún no se ha decidido, aunque probablemente sea la próxima semana.
Tras un fracasado intento, el pasado 9 de septiembre, cuando su barco rosa chocó con un buque mercante de 63.000 toneladas frente a North Stradbroke Island.Un portavoz de Five Oceans medios de comunicación dijo hoy que los informes de que Jessica embarcaría hoy eran falsas, su fecha de salida aún no se ha decidido, aunque probablemente sea la próxima semana.
Jessica, de 16 años de edad, estudiante Sunshine Coast, pretende hacer historia al convertirse en la persona más joven a navegar en solitario sin ayuda alrededor del mundo. Polémico fue el anuncio de circunnavegación de esta adolescente.
Personalmente encuentro muy bien que esta chica de 16 años se lance a navegar en solitario, pero para una vuelta al mundo… me parece prematuro, y más si la motivación que la mueve es “hacer historia por ser la más joven”.
Creo que difícilmente se puede estar completamente formado como navegante para acometer una empresa de esta envergadura sin antes estar completamente formado como persona … pero he de reconocer que no la conozco, y al fin y al cabo es ella la que pagará si se equivoca.
Le deseo toda la suerte… sin duda la necesitará.
Creo que difícilmente se puede estar completamente formado como navegante para acometer una empresa de esta envergadura sin antes estar completamente formado como persona … pero he de reconocer que no la conozco, y al fin y al cabo es ella la que pagará si se equivoca.
Le deseo toda la suerte… sin duda la necesitará.
4 comentarios:
Solo quiero dejar dos apuntes a esta historia:
Uno.- la "cria", que no es más que una cria, es "menor de edad" a todos los efectos......... No entiendo como sus padres ó tutores la dejan zarpar y màs, para una vuelta la mundo..... ¡¡¡tiene bemoles la cosa!!!!...
Y dos.- Discrepo yo de que esté, ya no física, sinó mentalmente preparada para soportar una vuelta .............. ¿al mundo?....tal y como lo hicieron Ugarte, Sir Robin en el Suhaili, Unai Basurko, Kojiro Shirahishi, Alex Thomson, Ellen MacAthur, Mike Goldwing,Pachi Ribero, Guillermo Altadill, o Pepe Ribes, etc, etc....... (¡qué pocos me faltan para completar los patrones que lo lograron!)
En fin.... Le deseo la mejor de las suertes a esta chica,y como comenta Nautijorge, ella será la que pagará si se equivoca.........
Saludos y buenos vientos
Sí, estoy de acuerdo contigo Thornado.
La mar es intrínsecamente peligrosa para todo el mundo, y más si sales con alguna "carencia" de partida, lease madurez o experiencia...
Pero también puede salir bien, de hecho ya se hizo antes. Así a bote pronto me viene a la memoria la travesía del DOVE, en 1965, donde el jóven californiano de 16 años Robin Lee Graham completó una circunnavegación a vela y en solitario. Eso sí, le llevó cinco años, haciendo varias etapas, que no sé si es el caso.
En cualquier caso el mar es libertad, pero esta implica coherencia, así que si algo sale mal, tanto Jessica como sus padres deberán ser consecuentes.
Lo peor es que si sale bien, se propague la idea de que al fin y al cabo hacer eso no es tan peligroso... Eso sí sería una gran equivocación.
¡Hola, Jorge!
Lo que me parece más triste de la historia de esta chica navegante es que el objetivo de su viaje sea hacer historia por ser la navegante más joven en dar la vuelta al mundo. Me da la impresión de que hay muchos padres que quieren asegurar el futuro de sus hijos por la vía del deporte de alta competición, y que nada más soltar la teta materna ya les ponen entre manos una raqueta de tenis, unos palos de golf o el volante de un coche de carreras. Vale que puedes perder a un hijo/a en la calle de casa, a causa de un accidente con la moto que le compraste. Pero, en este caso, me parece que es tentar mucho a la suerte. Si yo fuese su padre –y en este caso tutor y responsable de la chica- y le pasase algo, no me lo podría perdonar jamás.
Si a la chica le gusta la navegación en solitario y tiene aptitudes, que parece ser que las tiene, puede foguearse en regatas de solitarios o a dúo, no tan radicales como una vuelta al mundo sin escalas, que la harán crecer como persona y como navegante. En este sentido, una trayectoria como la de Ellen MacArthur, de la que hablas en la entrada anterior, me parece ejemplar y un buen modelo a seguir.
Esperemos que le salga bien a Jessica, aunque eso puede desatar, como tú dices, una carrera de navegantes púberes para ver quien es capaz de rebajar el récord y dar la vuelta al mundo a la más tierna edad, lo cual, a mi juicio, sería un infanticidio.
Saludos desde el Mediterráneo.
¡Hola, Joan!
Gracias por la visita.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Ese puñetero afán de protagonismo, sobre todo cuando viene inculcado por los padres, hace que en el mejor de los casos los chavales pierdan su infancia y adolescencia, en el peor, como podría ser este caso (espero que no), la vida.
Creo que el mundo del deporte profesional ha llegado a una competitividad tal, que parece que si no destacas por una hazaña espectacular a tierna edad no te comes una rosca, quemando las naturales etapas intermedias.
Como bien apuntas, Ellen MacArthur es un buen ejemplo de una carrera rápida y fulgurante pero dando un paso después del otro.
Por ahora Jessica ya se ha dado un susto al poco de salir, y después ha sido testigo cercana de una tragedia... y como dice el sabio refranero español:"cuando las barbas de tu vecino veas quemar..."
Saludos atlánticos, Joan.
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