martes, 1 de diciembre de 2009

UN DÍA EN LAS CARRERAS...(Parte 1ª)

SENSACIONES DE UN DIA DE REGATA

En unos días que ando más liado, echo mano de un antiguo relato que algunos ya conocerán. Para los apasionados de las regatas.
Se me ha ocurrido intentar describir las sensaciones a bordo de un barco de “regata”, en un supuesto ficticio de una regata virtual, pero sacado de un montón de momentos reales vividos.
Creo que no será fácil, pero si en algún momento se llegase a transmitir una pequeñísima parte de esas sensaciones como si estuviésemos a bordo, sería todo un logro.

Para ello primero vamos a intentar ponernos en situación, elegir qué tipo de regata, qué condiciones nos encontraremos y en qué tipo de barco vamos a navegar.
Para el tipo de regata vamos a elegir una en la que sintamos que nos jugamos algo pero que sea corta, para no alargarnos demasiado. Por ejemplo, un Barlovento-Sotavento de una de las pruebas de un Campeonato del mundo IMS 600 (por qué vamos a conformarnos con menos?), con unos 25 barcos en el campo de regatas. Respecto al barco, elegiremos un modelo que no sea demasiado extremo, reconocible y de una eslora media, como puede ser un First 40.7 (para poder participar en dicho campeonato). El día se presenta con un viento de unos 25 nudos. Para que sea suficientemente emocionante y que la “caguemos bien cagada” si hacemos algo mal.
La tripulación la formamos 8, ya que cumple con el máximo de peso estipulado en el Rating y el día es ventoso. Por supuesto hemos navegado muchas veces juntos antes y hemos entrenado para la ocasión, así que cada uno tiene su puesto y sabe lo que tiene que hacer.
Es el segundo día del campeonato y en la prueba celebrada ayer hemos hecho un honroso sexto puesto, que dado el nivel de barcos punteros existente está más que bien para nuestro ya algo desactualizado barco. No obstante, como la moral está alta, aspiramos a que este haya sido nuestro peor resultado y que lo podamos descartar.

Hemos llegado temprano al club y ya hay ambientorro, un montón de gente de aquí para allá con sus bermuditas, polos multicolor con algún logo del esponsor y náuticos.
Vaya!, nos ha tocado, por insaculación (sorteo), pesarnos. En fila hacia la báscula con chanclas, bañador y camiseta. Curioso, uno de otro barco se pesa metiendo barriga ;-), y uno del nuestro se apoya en la báscula a las escondidas mientras habla distendido con el encargado del comité para disimular, 79Kg., vale. El tío pasa del metro ochenta y está fuertote, pero parece que ha colado¡?!.
El armador no nos había dejado tomar nada antes por si nos pesaban, así que toca desayuno en la carpa instalada por la organización, intercambio de bromas con los amigos y cada uno a lo suyo, unos a preparar el barco y otros a correr de aquí para allá como los demás.
Al cabo de un rato el ambientorro ya está por los pantalanes y sobre los barcos. Se empieza a palpar una cierta tensión en el ambiente.
Quitamos la funda a la mayor, colocamos la maniobra de spi, desembarcamos al pantalán algunas velas de poco viento y embarcamos otras de más viento.
El navegante-táctico llega y se sienta en la bañera a leer las instrucciones del día.
Algunos barcos ya empiezan a hacerse a la mar. Ha llegado el armador, sube a bordo, hace inspección y saca la bolsa de no sé quien. Qué hace esto aquí?, lo que llevéis puesto y lo demás se queda.
Encendemos motor, quitamos defensas y amarras y las dejamos también en el pantalán.

Allá vamos en procesión hacia el campo de regatas. A bordo se hacen corrillos, “el proa”, “el palo” y “el topo” conspiran delante, en bañera, mientras dos nos fumamos un pitillo, conversan el navegante-táctico, el armador y el patrón sobre cuales son los rivales a marcar.
Antes vamos a enumerar a la tripulación en sentido proa-popa según función y puesto: Además de los ya nombrados “proa”, “palo” y “topo”, en bañera estamos el “trimmer de spi”, el “trimmer de génova”, el “armador-trimmer de mayor”, el “táctico-navegante” y por último el “patrón-skipper”.
Como veréis en este mundillo se emplean muchos anglicismos, además de la jerga propia del barco. Sólo comentar que el trimmer es el que maneja las escotas de una vela y skipper es el timonel. Nosotros hemos elegido el puesto de “trimmer de génova” además de coordinadores de maniobra. Todos apoyamos en cada maniobra además de nuestra función, salvo el “patrón” y quizá el “táctico”.

Ya hemos llegado a la zona del campo de regatas, nos aproamos en las proximidades del barco del jurado para izar la mayor. La tensión presalida empieza a aumentar.
Mientras una neumática del comité de regata coloca la baliza de barlovento, los barcos de la flota nos cruzamos en la zona de presalida navegando sólo con la mayor, mientras a bordo decidimos qué génova elegimos. Hay 25 nudos de viento, poco racheado y ola corta, así que se determina subir el génova IV. El “topo” baja a buscarlo y lo lleva, ayudado por el “palo”, con su funda hasta la proa para que el “proa” lo prepare.
En el barco del jurado ya se ha izado la bandera roja (que indica que las balizas se dejarán por babor) y en el panel indican la demora a la que está la baliza de barlovento.
Faltan diez minutos para que den la señal de “Atención” (o sea 20 min. para la salida). Izamos el génova y nos dirigimos hacia la línea de salida para recorrerla, ver qué rumbo hacemos por una banda y la otra, de forma que entre el “táctico” y el “patrón” determinarán cual será el lado de la línea que está más favorecido y determinar la táctica a seguir en la salida. Como hace viento, el cruce constante con los otros barcos, con velas a medio flamear, produce oleaje y ruido, lo cual hace que la tensión siga subiendo. El “proa” está situado en el balcón, por delante del génova para indicar al “patrón” los posibles barcos que vengan de frente o por detrás de la vela. Trasluchamos y viramos varias veces por la zona de presalida, mientras en el jurado han dado la señal de “Atención” izando la correspondiente bandera (el numeral 1), además del bocinazo y del aviso por el canal 6. Faltan 10 minutos para la salida. El “proa”, el “táctico” y el “patrón” han cogido el tiempo con sus cronómetros.
Volvemos a trasluchar y nos apartamos un poco del mogollón hacia sotavento y por la banda del jurado. Intentamos buscar por dónde andan los rivales que más nos interesa marcar, para ver si muestran el lado de la línea por el que han elegido salir y no alejarnos demasiado de ellos.
El “patrón” decide ponerse a ceñir y ensayar una salida por el lado del jurado, vamos amurados a estribor pero aún así hay que tener cuidado con los otros barcos. Somos 25 barcos dando vueltas en una zona muy pequeña y con viento. Cuando estamos casi a la altura del barco del jurado suena el segundo bocinazo, izando la segunda bandera (la P) de “Preparación”, faltan 5 min. para la salida. Se comprueban los cronómetros. Cruzamos la línea de salida, seguimos navegando unos 200 m. y viramos y arribamos para volver rodeando al barco del jurado por fuera de la línea imaginaria de salida hasta una zona bastante a sotavento de la línea y algo más arriba del lado donde está fondeado el barco del jurado. Trasluchamos y nos quedamos acuartelados, con la mayor en banda y el barco medio parado.
Aprovecho para encenderme el último pitillo, pues la adrenalina ya está alta. Tenemos localizados a los rivales que nos interesan y la táctica de salida será buscar un hueco hacia la mitad de la línea, defenderlo, correr un poco, sin nos dejan, hacia la baliza de sotavento y salir cerca de ella con la máxima velocidad, pues parece que está algo favorecida. En cuanto podamos viraremos intentando cruzar la proa de los que vengan más a barlovento, ya que más adelante parece que el lado bueno del campo de regatas será el derecho.
El “patrón” manda desacuartelar el génova y dejarlo flameando, mientras se caza un poco de mayor. Faltan unos dos minutos, y con este viento el barco acelera enseguida. Hemos encontrado un hueco por donde queremos y nos dirigimos hacia él para defenderlo. Cazamos un poco el génova y más la mayor. El “proa” le grita a otro barco que intenta cerrarnos desde barlovento, casi nos aborda!. En general los gritos van increscendo y la adrenalina también. Estamos todos ya muy juntos, velas flameando y gritos crean un buen barullo. Suena la señal del último minuto (se arría la bandera P) (en este momento los que estén fuera de línea serán penalizados). Arribamos un poquito, pues hemos conseguido hacer hueco por sotavento, y velas portando al máximo para conseguir máxima velocidad. Los que no estén haciendo nada a sentarse en la banda lo más afuera posible!. Nosotros permanecemos en el winche de sotavento para ir trimando el génova hasta que salgamos. 30 segundos. El “proa” desde la proa hace indicaciones al “patrón” con el brazo en alto informando de las esloras que nos faltan hasta la línea y si se puede orzar o no. 15 segundos. Parece que nos vamos a pasar, ¡arriba un poco!. Larga mayor!, vuélvela a cazar! 7 segundos, el “proa” indica una eslora y que podemos orzar a tope, seguimos cazando génova mientras cruje su escota, el “táctico” hace la cuenta atrás en alto, 5, 4, 3, … ¡todo cazado a tope y todos a la banda! grita el “patrón”, 1, ¡SALIDA! Suena la señal del jurado mientras arría el numeral 1. Estamos en regata!!!. (¡Qué subidón de adrenalina!)
Nos ha costado trepar hasta la banda con la escora, nos encajamos en nuestro hueco, sacamos el torso entre los guardamancebos y el culo lo más afuera posible, sobre la regala, con las piernas colgando por el costado. Jadeamos. Creemos que hemos salido bien, de todas formas se ha oído una segunda señal corta después de la de salida y vemos izada la bandera que indica que hay barcos identificados fuera de línea. Por el altavoz de la radio desde la bañera se escuchan los números de vela de los que han pillado, e inmediatamente se ven arribar o virar a cuatro barcos para volver a retomar la salida. Bien!, seguimos adelante.
Tenemos un barco a una eslora por sotavento y otro pegadito por la aleta de barlovento, al que vamos fastidiando mandándole viento “sucio” desde nuestras velas, lo cual hace que no pueda ceñir tanto como nosotros, pero los barcos que tiene a barlovento tampoco le permiten virar, mientras nosotros vamos libres de velas recibiendo viento “limpio”. Esa es la diferencia de estar 3 ó 4 metros más atrás en una salida con 25 barcos.
En seguida cae a nuestra popa. Eso nos abre un pequeño hueco para poder virar y el “táctico” calcula si nos da para cruzarle la proa al siguiente que viene por barlovento. Parece que sí. El “patrón” grita ¡preparados para virar!, saltamos todos de la banda, dos vamos hacia las escotas y el resto cambiará directamente de banda pasando por encima de la cabina. ¡Viramos!
Nosotros nos encargamos de largar la escota de sotavento, mientras el otro recupera rápidamente la de barlovento e inmediatamente le ayudamos con la manivela de winche, dándole vueltas con toda nuestra alma. En cuanto el génova está dentro, el otro se sube a la banda y nosotros nos encargamos del trimado final. Rápidamente también subimos a la banda.
La próxima virada lo haremos al revés, para igualar el desgaste. Ahora si que jadeamos!
Al parecer dos de nuestros contrincantes más directos también han podido virar y han elegido el lado derecho del campo, como nosotros. A ver cómo nos va en el próximo cruce con los que teníamos al lado.
Hemos cruzado la proa del barco que teníamos más a barlovento, aunque él a forzado al máximo el ángulo contra el viento intentando darnos, hemos pasado limpios, pero ha ido de un par de metros. Con el siguiente ya no está tan claro, y él viene amurado a estribor. Entre el “patrón” y el “táctico” discuten qué nos interesa más, si virarle o arribar un poco y pasarle por popa. Como hemos apostado por el lado derecho del campo, optamos por lo segundo. Salto de la banda hasta la escota de génova para amollarla, al igual que la mayor. Peinamos la popa del otro y volvemos a cazar a tope para orzar. Ya no subas a la banda, dice el patrón. Con el siguiente tampoco pasamos, así que vamos a virarle en la proa, un poco a sotavento de él. ¡Preparados! , ahora salta el otro trimmer hasta la bañera y será él quien largue la escota de sota y le dé a la manivela después. ¡Viramos!
Hemos virado un poco por delante de su amura de sotavento y la maniobra ha salido perfecta, así que apenas hemos perdido velocidad y nos hemos quedado en lo que se llama “posición segura a sotavento”. Al igual que sucedió en la salida, el rebote de viento “sucio” de nuestras velas le han obligado a virar. Ahora vamos libres de velas y de nuevo amurados a estribor, así que el problema lo tienen los que vayan subiendo amurados a babor.
Parece que no vamos mal situados, ya veremos en el cruce con los que han elegido el lado izquierdo.
Aunque aún no nos da el rumbo para virar la baliza de barlovento, parece que será suficiente con uno o dos repiquetes más. Por ahora este es el bordo que más nos aproxima, y además aquí el viento ha rolado unos tres grados a nuestro favor. Perfecto!
Ahora ya han desaparecido los nervios de la salida, y han sido sustituidos por la emoción de la competición, y como este bordo parece que será un poco más largo va el segundo pitillo.

Algunos barcos empiezan a subir desde sotavento y parece que hemos acertado al elegir este lado. Sólo llevamos a tres algo más adelante, un poco a barlovento y a tres o cuatro más a sotavento pero suficientemente adelante.
Uno de estos, el más cercano, ha virado para hacer un repiquete y ha vuelto a virar en nuestra amura de sotavento, cogiendo la posición segura a sotavento, lo mismo que le hicimos nosotros al anterior. Así que nos vamos de ahí. ¡Preparados! ¡Viramos!
Esta vez prolongamos el bordo hasta que consideramos que nos da a baliza. El “táctico” avisa, nos estamos pasando!. ¡Preparados!, ¡Volvemos a virar!
Al completar la virada, efectivamente parece que vamos directos a la baliza, y aunque hay que contar con el abatimiento, cuanto más arriba estamos el viento sigue rolando un poco a nuestro favor, hasta un par de grados más. Debido a eso, y a que vamos amurados a estribor, el “patrón” manda al “topo” a por el spi de popas 0,75 (Runner 2), y al “proa” que vaya preparando la maniobra, pero sin izar aún el tangón, por si llegando a la baliza se establece algún “compromiso” y nos hacen virar.
Estamos ya a cinco esloras de la baliza de barlo, y viene subiendo uno por sotavento que al virar parece que establecerá compromiso de paso. Pero como hemos ido orzando un poquito de más, tendrá agua suficiente para pasar entre nosotros y la baliza, así que izamos tangón y tenemos todo preparado para arribar e izar spi, pero por ahora todos quietos en la banda.
En cuanto doblemos la baliza, icemos el spi y arriemos el génova traslucharemos, para volver por este lado del campo, que parece que hay un poco más de viento.
Muy bien, venga! A la maniobra. Arriba spi!, largando mayor! Abrir braza! y fuera el génova! La maniobra ha salido muy bien y hemos virado en octava posición.
¡Vamos a trasluchar! , el “proa” y el “piano” están sudando tinta, el resto les vamos a la zaga.
Perfecto! Vamos a ver que tal se nos da ahora este lado, aunque hay que marcar a los rivales. Lo malo es que ahora nos vamos cruzando con muchos barcos que viene ciñendo amurados a estribor y hay que maniobrarles, y como dos de nuestros rivales directos se van por el otro lado, volvemos a trasluchar. Bufff!, quién dijo que este era un deporte de señoritos?

Ya que es una regata virtual y se está alargando demasiado, vamos a dejarlo aquí por ahora para descansar un poco ;-)

4 comentarios:

CusCus dijo...

Se me ha pegado la cena leyendo esto!! Bien hecho.

Nautijorge dijo...

¡Vaya! Lo siento, CusCus.
Que no te coja desprevenido la segunda parte... ;-)
Gracias y un saludo.

Unknown dijo...

No sé si te estás alargando demasiado... pero a mí me da la impresión de estar ahí en la bañera.

Gracias.

Jaime

Nautijorge dijo...

Entonces perfecto, de eso se trataba... ;-)
Gracias a tí, Jaime.