
Desde las primeras manifestaciones artísticas de la humanidad, con los petroglifos, hasta la más sofisticada tecnología de las turbinas de avión, pasando por el simple desagüe de nuestro fregadero, la espiral es una forma recurrente que nos puede llevar hasta el vértigo o la hipnosis.
Pero lo que más me llama la atención es la adopción de esta forma en tan variados ejemplos de la naturaleza.


En matemáticas, una espiral es una línea curva generada por un punto que se va alejando progresivamente del centro a la vez que gira alrededor de él. Normalmente se define con una función que depende de dos valores: el ángulo del punto respecto a un eje de referencia, y la distancia desde este punto al centro, situado en el vértice del ángulo.Las espirales bidimensionales más conocidas son:
La espiral de Arquímedes: r = a + bθ
La espiral clotoide
La espiral de Fermat: r = θ1/2
La espiral hiperbólica: r = a/θ
La espiral logarítmica
Las espirales en la Naturaleza.
El estudio de las espirales en la naturaleza tiene una larga historia que se remonta a Christopher Wren, quien observó que muchas conchas animales formaban una espiral logarítmica. Jan Swammerdam observó las características comunes de un amplio abanico de conchas, desde la Helix hasta la Spirula, y Henry Nottidge Moseley describió la geometría de las conchas de los Gastropoda. En Sobre el crecimiento y la forma, D'Arcy Wentworth Thompson examina exaustivamente estas espirales. Describe cómo las conchas se forman siguiendo una curva que rota en torno a un eje, de modo que la forma de la curva permanece constante pero su tamaño aumenta en progresión geométrica. En algunas conchas como Nautilus y las amonites la curva generatriz gira en un plano perpendicular al eje y la concha se conforma como figura discoidal plana. En otras sigue un patrón espacial, con forma de hélice. Thompson también estudió la aparición de espirales en la anatomía de diversos cuernos, dientes, uñas y algunas plantas.
La espiral como símbolo.
La espiral es uno de los símbolos más antiguos y se encuentra en todos los continentes, habiendo jugado un papel fundamental en el simbolismo desde su aparición en el arte megalítico.
Parece que en muchos lugares representaba el ciclo "nacimiento-muerte-renacimiento" así como al Sol, que se creía seguía ese mismo ciclo, naciendo cada mañana, muriendo cada noche y renaciendo a la mañana siguiente.
Actualmente, la espiral también es empleada como símbolo para representar el pensamiento cíclico, en diversas propuestas filosóficas, estéticas y tecnológicas, por lo que puede hablarse en rigor de cierto espiralismo o concepción espìralista, como refleja el arte del escultor canario Martín Chirino o el pintor cubano Ángel Laborde Wilson.

El barco se llamaba "Meteor IV" y fue construido en 1908 para competir contra los yates americanos y británicos, en concreto contra el "Britannia".
Su propietario original fue el Kaiser Guillermo II de Alemania, que tenía por costumbre encargar el diseño de sus yates a un ingeniero alemán llamado Max Oertz.
http://www.seashepherd.org/
El capitán Paul Watson es el alma mater de la organización conservacionista que trae de cabeza a los balleneros japoneses, noruegos, islandeses y todos aquellos que violan los tratados de conservación de ballenas y otros cetáceos, focas, así como atunes rojos, además de otros tipos de sobrepesca.
El dice que sus clientes son las ballenas y si una de ellas se quejara de alguna de sus acciones, se replantearía su forma de actuar.

Y en el fondo me cae bien por ello.
El capitán de Sea Shepherd presume de que en todos estos años de campaña no ha habido ningún herido como resultado de sus acciones, aunque declara que este año, la flota japonesa de balleneros actúa con mayor agresividad, a raíz de salir impunes del altercado contra el "Ady Gil".




Pocos metros antes de la baliza de barlovento el catamarán cruzaba la proa del trimarán, sin embargo fueron estos últimos los que doblaron la marca en cabeza y a partir de ahí no hicieron más que poner agua de por medio, poniendo de nuevo de manifiesto que el barco estadounidense era claramente más veloz.
Durante la regata los helvéticos izaron bandera de protesta, algo que tendrán que dilucidar en tierra, quizá contra el propio comité de regata, pero parece que la cosa ha estado clara.
Por fin se han enfrentado los dos artefactos en el agua, en lo que ha sido una desconcertante regata.
La primera cagada la cometió el propio Bertarelli, que entró en la presalida como un toro de lidia en la plaza. Fue de cabeza hacia el contrincante y calculó mal el tiempo que le lleva a su catamarán virar, quedándose atravesado delante del trimarán que venía amurado a estribor, con lo que de entrada le cayó una penalización. Penalización que teniendo en cuenta la poca maniobrabilidad de los multicascos podría suponer ya la pérdida de la regata.
La segunda cagada incomprensible correspondió al BMW Oracle, que se quedó clavado, fuera de la línea, a pocos segundos del bocinazo de salida. Aparentemente, al estar aproado, no tuvo velocidad para maniobrar y arribar hacia la línea, mientras el Alinghi sí lo hacía y salía destacado.
No tardó demasiado el trimarán, no sólo en neutralizar esa diferencia sino en sobrepasar a su contrincante. A partir de ahí, el americano arrió su vela de proa, manteniendo, sólo con su ala, una velocidad parecida a la del barco suizo, al menos durante un rato.
Después, el trimarán Oracle fue poco a poco aumentando su ventaja.
Se pudo apreciar también la mayor finura al timón por parte de Spithill, patrón del BMW Oracle, que mantuvo durante casi la totalidad de la regata a su trimarán apoyado en un solo patín, mientras que Bertarelli iba dejando constantemente que su patín de barlovento se apoyase en el agua.
Parece que el trimarán es claramente superior al catamarán, pero apostaría que en el próximo enfrentamiento veremos a otro patrón al timón del Alinghi, aunque todo apunta a que eso sólo supondrá una disminución en la ventaja que les saque el Oracle. Así que, si las condiciones lo permiten, el próximo domingo veremos como los americanos se llevan la copa de vuelta a casa, después de unos años fuera.