sábado, 8 de mayo de 2010

MINI PAVOIS 2010. La fuerza del espíritu joven.

El pasado jueves he estado en Corcubión trabajando en la jarcia de un 6.50 Pogo que había roto el mástil, lo que me ha hecho recordar que el miércoles dio comienzo la regata para solitarios Mini Pavois. Regata para embarcaciones 6.50 que recorre unas 800 millas en dos etapas de 300 y 500 millas desde La Rochelle a Gijón y viceversa que el próximo domingo 9 partirá de nuevo hacia Francia. Esta competición es empleada por la mayoría de participantes para sumar millas clasificatorias para la Mini Transat (Transat 6.50), tomando parte, en esta ocasión, 43 embarcaciones de las que solamente dos participantes son españoles, Nacho Ortí y Jorge Madden. Tras el aplazamiento de la salida por temporal, todos los participantes que no han tenido averías ni roturas ya están en Gijón.
Nacho Ortí ha llegado a Gijón en el 12º puesto, tras sufrir un abordaje y la rotura de varios aparejos.
Entre los que han tenido que abandonar por rotura del mástil está Jorge Madden, un navegante de 27 años que no conocía pero que me ha llamado la atención por su coherencia, su normalidad y su proceso en la persecución de un sueño que nos recuerda que en la competición oceánica no todos son megaproyectos.
Extraído de su blog dejo que él nos relate su salida de esta edición de la Mini Pavois que, a pesar de que para él ha durado poco, no ha hecho mella moral, aunque sí económica, en la persecución de su sueño: Hay unos 18 nudos de viento, con rachas de 21, pero aún es temprano por la mañana. La mujer que me está remolcando me pregunta que si voy a poner un rizo cuando me ve subir la mayor, a lo que le contesto muy seguro que no, que voy a ver el viento que hay fuera. Me parece curioso que una señora de casi sesenta años me haga una pregunta así y ponga cara de "este niño no sabe lo que está haciendo". Esta misma tarde me ha comentado Daniel, uno de los encargados de la organización de la regata, que esta señora lleva más de 30 años haciendo regatas en solitario, navegando en Figaro… la cultura náutica en esta parte de Francia no para de sorprenderme, como me dijo el otro día Nacho Ortí "aquí el más tonto hace relojes" y es totalmente cierto. Venimos de España de navegar toda la vida y hacer el cafre con los barcos, pensándonos que sabemos algo, y nada más llegar aquí lo primero que descubrimos es que quizá ahora sea cuando empecemos a aprender.

Pongo un rizo y el solent, navego un poco. El viento ha subido ya a 19 nudos y las rachas son de 23 a 25. La gente empieza a poner dos rizos y algunos protos rizan el génova. Mi barco es más duro para la ceñida y además mi mayor es muy pequeña arriba o sea que decido aguantar así para la ceñida de desmarque. Además luego la regata va a ser de largo o reaching y tampoco el viento es para tanto. 25 nudos en la racha, debería aguantar.

Hago la salida un poco tarde porque no he calculado que con este viento tardo más en virar de lo normal, pero aún así estoy a mitad de flota y voy muy rápido. Doy un par de viradas y estoy en el grupito de cabeza tomando la boya. Salimos rumbo a Antioche, es un largo pero la gente está tomándose con calma lo de subir otra vela de proa. De hecho vamos a 9 nudos sólo con mayor rizada y solent, pero yo no me lo pienso, está de espí pequeño. Monto rápido e izo y me separo del grupo, pero los demás empiezan a izar también y empieza la carrera de caballos a 12 y 13 nudos de planeo. Las rachas suben de intensidad, he visto 26 nudos en el anemómetro y me voy un par de veces de orzada, creo que porque llevo demasiada mayor. En una de estas me cuesta demasiado volver al rumbo bueno y el espí pequeño se rompe. Estoy a 7 millas de la salida y ya estoy rompiendo cosas, vaya… lo bajo y sigo sólo con el solent. Estoy viendo a ver qué tal me va así, pero los del grupo de espí se alejan hacia adelante y por detrás se quedan los más cautos que aún no han izado nada. Estoy compitiendo y me gusta correr con el barco, así que no lo pienso y subo el código cero. El barco es mucho más maniobrable y noble ahora, me relajo y disfruto de la velocidad. Estoy justo enfrente del faro de Antioche, después de aquí podemos caer un poco más rumbo directo a Gijón, aunque el routing recomienda seguir yendo altos porque por la mañana el viento girará. Estoy pensando en ir a poner el babyestay para que el palo esté más sujeto y derrepente el genaker se pone a flamear tras oír un golpe seco. Se ha roto la driza, o la roldana del mástil, pienso… pero al mirar hacia arriba me encuentro una imagen que no esperaba. El mástil está partido a la mitad, de cuajo, en dos partes. La parte superior cuelga suspendida de la mayor y las drizas y cables que lleva por dentro. Me apresuro en sacar el solent y el genaker del agua para no romperlos. Estoy a casi 20 millas del puerto, mi VHF no tiene apenas alcance porque la antena que estaba en la punta del palo ahora está a escasos metros de la cubierta. El comité me recibe pero no consigo comunicarme bien con ellos.”

Finalmente después de unas cinco horas de precaria navegación llegó de vuelta al Puerto de La Rochelle por sus propios medios.
También me ha llamado la atención un nuevo diseño, en esta clase llena de gente joven, auténtico “laboratorio” de innovaciones y cantera de grandes navegantes oceánicos. Por ahora este diseñador-navegante, David Raison, ha tenido que retirarse por la rotura de uno de los timones de su prototipo, lo cual sin duda le ha dejado jodido, pero quién sabe, a lo mejor se acaba imponiendo este nuevo concepto de diseño… Fotos de Martínez y Grange.

7 comentarios:

Angel Suarez Mendez dijo...

Un año coincidí con la salida de la rochelle -creo- y tenían montado un circo vistosísimo. Vale la pena aun que no te gusten los barcos.
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No dudo de que el casco con forma de jabonera debe tener alguna ventaja asombrosa. Pero ocurre eso: que me parece una jabonera.
Me imagino que los clase internacional (me pirran) también parecerían un diseño extraño cuando salieron.

Fátima García dijo...

No es justo eh!! :-)

CusCus dijo...

Muy bueno el artículo, Jorge y mil gracias. Una lástima que blogspot esté bloqueado en China, me quedo sin ver las fotos bien :( Aunque más lástima es que la vela está prácticamente prohibida en este país (salvo en el mangífico puerto de Hong-Kong).

Sobre lo de la cultura náutica de Francia, buf, muy cierto. Aún recuerdo el día que tuve que cruzar de Cerbère a Port Bou en taxi (los trenes van como van) y con el taxista charlamos de barcos. El hombre se había comprado un 25 pies del 1975, lo había restaurado él solito y ahora su reto era convencer a sus hijos que se apearan del barco. Imposible imaginarme eso en Barcelona...

Por no hablar de que, seguramente, aprendí más en dos días en regata en el Solent (buf, y teniendo que aprender a dar órdenes náuticas en inglés) que en dos años en las "pachangas" del mediterráneo. Nos queda mucho por aprender a los mediterráneos.

Nautijorge dijo...

Es verdad Ángel, en Francia estos acontecimientos náuticos resultan un circo muy vistoso por la gran afluencia de gente, participantes, medios de comunicación y patrocinadores.
En cuanto a la jabonera, también me lo parece ;-), puede que resulte un buen planeador y cuaje, en cuyo caso nos acostumbraremos a ver esas formas. Aunque también puede que no, pero está bien que haya gente que no de nada por supuesto y se plantee y experimente con cosas nuevas. También soy un enamorado de los clásicos, pero...

Nautijorge dijo...

Justo... no sé Fátima, pero como dicen algunos "er furbo e asins"...
je,je.

Nautijorge dijo...

Si CusCus, es una lástima lo de la censura china, pero en cuanto a la vela deportiva parece que van entrando (como en todo), no en vano Qingdao ha sido etapa en la última Volvo Ocean Race y sede de vela en los juegos olímpicos de Pekín.
La verdad es que en cultura náutica, paises como Francia, Inglaterra y Nueva Zelanda entre otros, nos dan mil vueltas. Allí navega hasta el panadero, o como tu dices, hasta los taxistas... ;-)
Gracias a tí, por tu comentario.

CusCus dijo...

Hola,

la vela deportiva va entrando en plan "alta competición" (JJ.OO., VOR...), pero la parte amateur está muy limitada. Gran parte de la costa china es zona militar (especialmente todo lo que está cerca de Taiwan) y allí está prohibido ni siquiera acercarse. De hecho, p.ej., en Qingdao, no se le puede dar la vuelta al cabo que lleva a Yantai: demasiado cerca de Corea.

De hecho, es triste ir al salón náutico de Shanghai: son todo motoras. Aunque no sé donde las utilizan :)