domingo, 27 de febrero de 2011

DESTINO CANTÁBRICO

Echaba de menos las travesías invernales, aunque no fuesen muy largas, lo importante era sentirse de nuevo en la mar. Volver a impregnarse del frescor de la noche en silencio, navegando a vela, rodeado, en este caso, por el Cantábrico.
El pasado miércoles, a primera hora de la mañana, zarpábamos del Puerto de Sada rumbo a Gijón a bordo de un X-37.
El barco venía de Vigo tripulado por tres personas y se vio inmerso en un temporal, en el que una ola los tumbó, con el resultado de un tripulante con dos costillas rotas que tuvo que ser evacuado en Finisterre. Recalando de nuevo en Sada con la intención de reparar el piloto automático, donde otro de los tripulantes desembarcó.
Personalmente creo que el estudio del parte meteorológico de esos días, con alerta roja por olas de 8 a 10 metros en la costa gallega, desaconsejaba la partida de Vigo, pero…
La reparación del piloto suponía tener que esperar a recibir piezas desde Holanda, así que, acompañando al patrón inicial, salimos hacia el Norte sin hacer la reparación. Esta vez con un buen parte meteorológico de viento del SW fuerza 4-5 y fuerte marejada, pero amainando según fuésemos entrando en el Cantábrico.
Debido a la ausencia del piloto automático nos fuimos relevando los dos a la rueda del timón en guardias de dos horas.
El hecho de ir de co-patrón implica, en ocasiones, asumir decisiones que uno no comparte del todo o hacer las cosas a la manera del otro, pero al fin y al cabo él era el responsable final, salvo durante las guardias nocturnas en que era como navegar en solitario y cada uno determinaba las maniobras que estimase convenientes.
El primer tramo de la travesía lo realizamos a motor y ayudados por el génova. La mar estaba movida y el viento de popa no tenía presión suficiente. Doblamos los cabos Prioriño, Prior, Punta Candieira y antes de doblar Cabo Ortegal izamos también la vela mayor. Cabo, este, siempre imponente, custodiado por los islotes Agullóns que, en los días de tormenta llegan a meter miedo. En cuanto dejamos atrás este cabo las condiciones de la mar fueron mejorando sensiblemente, con un viento entre 15 y 20 nudos entablado por la popa que hacía que las velas empujasen bien al barco entre 6 y 7 nudos de velocidad. En estas fechas sólo te sueles encontrar pesqueros y algún que otro pequeño mercante de cabotaje, a excepción de un gran velero de entre 65 ó 70 pies con bandera de Malta que nos cruzamos frente a Estaca de Bares y, como no, la visita esporádica de algún grupo de delfines. Desde ahí a rumbo más o menos directo, todo lo que nos permitía el viento de popa, hacia Cabo Peñas en Asturias, alejándose de la costa. El cielo espectacular del atardecer dio paso a la noche poco antes cruzar el meridiano de Burela. A partir de ese momento apenas se percibían las luces de tierra y a parte del reflejo en el génova de las luces de navegación y de las luces de los instrumentos, sólo se veían luces de otros barcos más o menos lejanos, pero al mirar hacia arriba, en la noche oscura, millones de estrellas brillaban intensa y limpiamente.Ya en aguas asturianas el viento fue rolando hacia la amura de estribor, trayendo el frescor de la cordillera cantábrica. Un frío intenso te iba dejando tieso agarrado al timón, que sólo dejabas unos instantes para trimar las velas.
Al irse cerrando paulatinamente el viento, de popa a un largo, a un través hasta llegar a navegar de bolina, hizo que fuese aumentando la velocidad del barco hasta los 8 nudos.
Fue ese tramo final de la travesía el de sensaciones más agradables. A parte del frío, la mar estaba tranquila salvo por la suave ola tendida que llegaba por popa. Por la proa el haz de luz del faro de Cabo Peñas, visible desde 21 millas antes, mientras por la amura de estribor el reflejo de una luna tardía que se alzaba sobre tierra iluminaba el camino.
Solo en cubierta, más vale solo que mal acompañado, disfrutaba las sensaciones de la navegación nocturna en silencio y podía escuchar el resoplar, incluso distinguir el chapoteo, de una pareja de delfines que durante un rato nos fue custodiando mientras el barco avanzaba veloz, con las velas llenas, ligeramente escorado.
Al pasar frente al faro de Peñas la brisa fue amainando y poco después enfilábamos ya a la luz verde del gran espigón exterior del puerto del Musel.
A las 5:15 h. amarrábamos en los pantalanes de espera del Puerto Deportivo de Gijón aguardando a que por la mañana el armador nos indicase la plaza de amarre. Finalmente, a media mañana, llevamos el barco a su amarre, en otra pequeña marina ubicada dentro del gran Musel. Tras arranchar y limpiar el barco sólo quedaba organizar el pesado viaje de vuelta a casa por tierra.
El barco y las condiciones meteorológicas se portaron bien, de la compañía no puedo decir lo mismo, pero como dijo Jack Lemmon: “Nobody is perfect”.

19 comentarios:

Eddy dijo...

Joge, y... lo largo que se hace una travesia cuando la compañia no " mola ". Pero un X es un X , ¿ o no ?.

Nautijorge dijo...

Pues sí, Eddy, ya sabes que los X están muy bien. Este navegó de maravilla.
En cuanto a mí, lo que se me hizo más pesado fue la vuelta. No me gusta compartir horas de autobús con alguien que juega al equívoco a lo "Manquiña", que lo mismo te dice una cosa como te dice la otra y no mantiene su palabra.

Eddy dijo...

Pues quedate solo con el recuerdo del X , que no se navegan a menudo, y si hay proxima vez,..... en el FEVE.Saludos desde Fuerteventura.

Manel Castañeda dijo...

Como siempre, un gran relato por contenido y por estilo.

Con tu permiso, no me he podido resistir a twitearlo. http://bit.ly/e1O00s

Un saludo.

Manel

Nautijorge dijo...

Muchas gracias Manel.
Efectivamente me resisto a caer en las garras de twitter, pero lo mismo decía del Facebook y ...
De todas formas bastante tengo con atender al blog :)
Un saludo capitán.

Fernando dijo...

Grazas por compartir unha vez mais o teu viaxe.
saúde

Nautijorge dijo...

Graciñas Fernando, non hai de qué.
Apertas.

mera dijo...

Es como si navegas en la mercante, no eliges a los compañeros, ni siquiera el barco. Una alegría leerte.

Nautijorge dijo...

Algo parecido, Mera.
Aunque pienso que primero hay que ser buena persona y después, lo que quieras.
Un abrazo.

Juan dijo...

Gracias por tus textos y fotos. Te sigo ya desde hace muchos meses.
Te hago una pregunta, ¿qué querías decir con "una tumbada por una ola". Me refiero, se produjo un vuelco, mástil en el agua, o fuerte escora? Sabes si la ola les entro por la borda, aleta, popa?... Es solo curiosidad para aprender mas de los barcos y el mal tiempo.
Muchas Gracias.!

Nautijorge dijo...

Gracias por tu comentario, Juan.
Exactamente no te podría decir, pues cuando ocurrió eso yo no iba a bordo, pero lo que me contó el otro patrón es que navegaban casi en popa con unos 30-35 nudos y sólo medio génova desenrollado. En el seno de la ola el barco desaceleraba mucho y por tanto perdía un poco la capacidad de gobierno. Entonces una ola un poco más grande les alcanzó por la aleta y atravesó al barco muy rápidamente haciéndolo escorar fuertemente (no creo que tanto como para tocar palo al agua). Uno de los tripulantes iba dentro, en la mesa de cartas y se precipitó bruscamente hacia la otra banda, golpeándose en las costillas contra la esquina de la cocina. El otro tripulante iba sentado fuera, en la esquina de popa a sotavento y casi se metió en el agua.
A mi entender ocurrió por falta de trapo y por tanto de velocidad, sumado a un descuido de anticipación del timonel.
De todas formas a mi me ha ocurrido alguna vez quedar tumbados con el palo al agua, siempre en condiciones fuertes de viento y mar de popa (del orden de 35-40 nudos y fuerte marejada o mar arbolada)y casi siempre debido al exceso de horas al timón, pues la pérdida de concentración durante un instante puede hacer que reacciones tarde al timón y pierdas el control del barco.
Cuando una ola te levanta la popa, si el barco se atraviesa entonces, gran parte de la pala del timón queda fuera del agua y pierde mucha efectividad, no pudiendo detener la inercia del barco a irse de orzada. Por eso es importante siempre anticiparse a los movimientos del barco.
Espero haberte aclarado tu duda.
Un saludo.

Juan Miguel dijo...

De todas formas, siempre te puedes quedar con lo bueno: haber vuelto a navegar por el Cantábrico y hacerlo en un brco que, por lo que decis, es una maravilla. Lo malo queda para la anécdota ocasional en un bar y lo bueno, en el espíritu para el recuerdo. Y el viaje en autobús, siempre dormido, por lo que pueda pasar.

Nautijorge dijo...

Desde luego, Juan Miguel.
Como dicen en eurovisión: que me quiten lo bailao... :)
y de todas formas de todo se aprende.

Fátima García dijo...

Echaba de menos una travesía Jorge!!! (leída, porque vivida...ni te cuento)
Saludos a todos, y a Manel!!

Nautijorge dijo...

Yo casi que también, Fátima.
Me alegra tenerte de nuevo por aquí. Un abrazo.

luis dijo...

Hola Jorge me gustaria saber si tienes muchas fotos de rompientes en galicia,he visto la foto de las quebrantas, es por un asunto de Surf en tow-in para localizar bajos donde se puedan surfear olas muy grandes da igual que esten a unas millas de la costa.En concreto me interesaba saber si tienes de los Meixidos frente a lariño en Muros u otras que tu conozcas y creas que tienen posibilidades.

Puedes ver este tipo de actividad en "naturgasbigwavwe2011"
Gracias de antemano y un saludo

Nautijorge dijo...

Hola Luís.
Buscaré entre mis fotos, aunque concretamente de los Meixidos no me suena tener fotos de rompientes.
En la Ría de Ares, donde yo vivo, cuando hay mar de fondo del NW, se produce una rompiente curiosa en mitad de la ría debida al bajo de las Mirandas, aunque no sé si tan espectacular como otras que he visto en vídeos de tow-in.
También en las bajos de los Baldayos, a milla y media frente a la playa de Baldayo (cerca de Malpica) se producen unas olas interesantes.
Intentaré hacer una subida con lo que encuentre.
¡Qué huevos le echáis!
Un saludo.

luis dijo...

Gracias, yo no le hecho tantos huevos, lo mio son las olas mas normales pero la admiracion que me despierta hace que ante cualquier oportunidad de hecharles una mano en localizar bajos me ponga manos a la obra.
Es dificil localizar buenos sitios, las condiciones de cada bajo son muy particulares y a veces cuando esta bien para uno tambien lo esta o para otros y los dias sin viento y mar de fondo muy grande son pocos.Si cuelgas fotos se las hare llegar o si quieres te mando mi mail.

P.d. Gran blog el tuyo

Nautijorge dijo...

Hola de nuevo Luís.
Mejor envíame tu e-mail (que no publicaré) y trataré de enviarte lo que pueda.

P.D. Gracias