domingo, 2 de diciembre de 2007

La Costa de la Muerte

Fue en el siglo XIX cuando se comenzó a utilizar el dramático sobrenombre de “Costa da Morte” para identificar el tramo de litoral gallego más peligroso, comprendido entre las Islas Sisargas (aunque según tradiciones más antiguas, abarcaría hasta A Coruña) y la Ría de Muros. Si bien es cierto que en aquella centuria se estaba produciendo un notorio incremento en el número de naufragios, tampoco se puede negar que tal estadística no dejaba de mantener una relación proporcional con la extensión de nuestra costa y sobre todo la propia expansión de un comercio marítimo cada vez más denso y que tenía, y tiene, en el Cabo Fisterra uno de los puntos de paso obligados para el tránsito de los buques entre Europa, América y África.
Entre las principales causas de los naufragios hay que considerar factores como la geografía de una costa muy recortada, con cabos tan salientes como Vilán, Touriñán y Fisterra, y a la vez salpicada de bajos fondos, rocas y escollos. Cabo Vilán
Cabo Touriñán
Cabo Fisterra
A ello deben unirse las fuertes corrientes y persistentes nieblas, pero también unos vientos sujetos a constantes cambios de dirección y temporales que con frecuencia empujaban a los barcos peligrosamente hacia la costa. Aunque hay quien afirma que tal sobrenombre se remonta mucho más atrás en el tiempo, cuando debido a los numerosos temporales de invierno, algunos habitantes de esta costa, cuya vida se basaba en la pesca, se veían empujados a conseguir el sustento por otros medios. Al parecer los “raqueiros” se dedicaban a desorientar a los navíos mediante fogatas y faroles en puntos estratégicos de la costa con el fin de hacerlos encallar y desvalijarlos posteriormente, apoyados en cierta manera por los señores feudales de la zona; una práctica muy extendida también en las costas de la Bretaña francesa y Cornualles.
No obstante, no existe documentación escrita que testimonie este hecho en las costas gallegas, pero sí la hay de los numerosos casos en que los habitantes de este litoral se jugaron la vida en la labor de auxilio y ayuda a los tripulantes de los cuantiosos naufragios en esta zona.
En el siguiente gráfico se puede apreciar el elevado número de estos naufragios, sólo en la zona de Fisterra. También la prensa internacional, en especial la inglesa, contribuyó a dar creciente publicidad a los naufragios producidos en la “Costa da Morte”, a partir de casos como los vapores “Great Liverpool” (1846), “Captain” (1870), “Wolfstrong” (1870) y “Serpent” (1890), todos con pérdida de importantes cargamentos y vidas humanas. La apertura de investigaciones y el sensacionalismo con que fueron tratados comenzaron a extender la negra leyenda de una costa de la muerte, en unos tiempos en que los relatos seguían teñidos de matices románticos y fantasiosos. No cabe calificar de otra manera las notas de prensa publicadas en prestigiosos diarios británicos cuando llamaban la atención sobre las “alteraciones en las brújulas” que sufrían los barcos al pasar frente a Finisterre “debido al mineral de hierro de las montañas, lo que era causa de frecuentes errores”.
Sea como sea, el caso es que en los últimos años esta costa ha seguido siendo testiga de demasiados naufragios, entre los que se incluyen la gran cantidad de pesqueros que año tras año siguen hundiéndose con pérdida de la vida de tantos pescadores y percebeiros, que hace que en muchos cantiles y rocas de esta parte del litoral gallego abunden las cruces y otros elementos funerarios en recuerdo de las vidas perdidas en la mar de una costa tristemente denominada como “Costa da Morte”. Pero no siempre es tan fiero el león como lo pintan, y los acantilados de Cabo Fisterra sirven también de plataforma de observación, desde antaño cuando los romanos se asomaban al fin de la tierra, para contemplar como el sol se sumergía en las aguas del Atlántico. Quizá también, en contraste con la dureza de estas aguas, el refugio que suponen sus pueblos marineros, como Malpica, Fisterra, Laxe, Camariñas… entre tantos otros, donde degustar la gastronomía basada en los productos ganados al mar, y poner a secar nuestras alas, como cormoranes después del temporal.Malpica
Fisterra
Laxe (PortoZas ;-)

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