Por fin llegó el día de zarpar definitivamente de Formentera, con una mezcolanza de sentimientos. Por un lado la tristeza de las despedidas, atrás quedan amigos, conocidos y un montón de experiencias vividas a lo largo de este verano, por otro lado la alegría de volver a casa después de más de tres meses a bordo.
Por la mañana temprano la isla también parecía triste, con una calma gris poco habitual. Después de desayunar e izar el dingui a cubierta, izé la vela mayor y antes de largar el fondeo aún me di el último baño en las aguas transparentes y cálidas de tono azul plomizo.
Con mayor y motor puse rumbo 275º hacia Dénia y pronto pude desplegar también el génova para navegar sólo a vela entre 6 y 8 nudos de velocidad con unos 10 a 15 nudos de viento del SSW al principio, navegando de través y más tarde de ceñida con una espléndida mar rizada. La humedad a primera hora alcanzaba el 93%, aunque ha ido bajando hasta el 85%, con una ligera mejora del cielo. Una navegación más que agradable, en silencio, salvo por el sonido del agua recorriendo el casco y el leve murmullo al salir por la estela.
Miro alrededor, sólo veo mar, y me acompaña una ligera sensación de soledad, un punto melancólica, sin embargo el barco navega alegre comiendo millas y me recuerda que cada una de ellas nos acerca a casa.
Mientras tanto un montón de imágenes de las islas me vienen a la cabeza y sé que en invierno, en Galicia, las voy a echar de menos.
A medio día el viento ha bajado un poco, pero en cambio el cielo se ha despejado por completo, no obstante, en contra de la última travesía hacia Formentera, la visibilidad no ha permitido ver costa hasta que a falta de unas diez millas he podido entrever entre la calima la costa alta de la península.
Me ha recibido una manada de grandes delfines mulares. Hace tiempo que no veía.
Calculo arribar al puerto de Dénia a eso de las 20:00h después de una muy placentera y tranquila navegación. Espero sea el preludio de más de lo mismo en la travesía de retorno.
4 comentarios:
Ánimo, que Galicia se está vistiendo de otoño y está todo muy bonito. Ojalá que tengas una buena travesía y podamos seguir tu viaje desde la comodidad de nuestras casas. Eso sí, los italianos le ponían una nota muy divertida a tus días en el mar. Sí, sí... ya sé que no los echas de menos...
Feliz viaje.
me quedado pegada a este blog y a las fotos :)_________
Muchísimas gracias!!!
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